La Asamblea Constituyente se reinstala en Sucre

El masista Carlos Romero y el emebelista Orlando Ceballos coinciden en afirmar que lo primero que se debe hacer es reinstalar la comisión técnica para seguir negociando sobre el sistema de votación mixta (mayoría absoluta y dos tercios) que regirá la Asamblea Constituyente. Ese criterio es compartido por Rubén Darío Cuéllar, jefe de la bancada de Podemos, que propuso que se llame a una reunión de la directiva con los jefes de bancada para definir la hora y el lugar del diálogo.
Según el emenerrista Guillermo Richter, no podrá haber futuro en la Asamblea mientras no se ponga en regla. Por su lado, el masista Raúl Prada considera que no aceptar los dos tercios como sistema de votación podría conducir al fracaso al cónclave de Sucre.

Consultado sobre la manera de descongestionar el proceso, Prada afirma que el MAS debe reflexionar sobre la información que se obtiene de la realidad social y no atrincherarse en una posición que ahogue el diálogo. "No podemos cerrar los ojos. Algo que afecta al poder es perder el sentido de la realidad", dijo. Este diálogo tendrá que desarrollarse de una vez, ya que el plazo otorgado por el MAS el pasado sábado fenece el miércoles y ya mañana se comenzarán a conformar las comisiones y subcomisiones que deben tener el primer borrador de la nueva Constitución Política del Estado hasta finales de marzo. Así lo aseguró Ceballos, aliado del MAS, que no descartó que la comisión técnica se mantenga por el resto de la Constituyente para dirimir desacuerdos de la plenaria.

Sin embargo, como hace mucho que la Asamblea no depende sólo de las discusiones que se efectúan dentro del teatro Gran Mariscal, el retorno de las sesiones también viene acompañado de convulsiones sociales. Mientras que el dirigente gremial de El Alto, Braulio Núñez, asegura que hoy movilizarán a gran parte de la población de la ciudad para exigir que el sistema de votación sea la mayoría absoluta y en contra de la ‘media luna’, desde el municipio de El Puente, ubicado entre Guarayos y San Julián en Santa Cruz, se anunció la realización de un cabildo para exigir el respeto a los dos tercios. A ellos se sumarán otros conflictos que entraron en tregua durante el fin de año y que se reactivarán con la vuelta de las sesiones.

"Es normal que tengamos presiones", dice Romero, y añade en jerga futbolera: "estamos jugando uno de los partidos más importantes", por la definición del sistema de votación para la aprobación de la nueva Constitución.Pero también existe el descrédito acumulado por la Asamblea a lo largo de estos cinco meses. Tal vez la pérdida de su mayor devoto sea su problema más grande. El presidente de la República, Evo Morales, apostaba a la Asamblea Constituyente para acelerar sus cambios en el país, pero tras la reunión de Cochabamba, aseguró que su 'revolución democrática y cultural‚ ya no está en manos de la Asamblea, sino del Gobierno y los movimientos sociales'.

Para Romero, es natural 'que el líder social más legítimo del país‚ quiera ser el guía del proceso de cambio'. Sin embargo, explicó que un proceso no excluye al otro y que vislumbra un futuro en el que la revolución democrática y cultural se sostenga sobre tres pilares: el Gobierno, la Asamblea Constituyente y los movimientos sociales. Para Richter, en cambio, lo dicho por el Presidente es un contrasentido porque asegura que es el MAS el que tiene la llave para destrabar el proceso. Le recuerda a Morales que el pueblo apostó por el cambio a través de la Asamblea Constituyente con su voto en las urnas el 2 de julio de 2006 y que un proceso de cambio impulsado a través de decretos no es real.

Más allá de todo esto, cuando los constituyentes se vean la cara por primera vez en 2007, su situación será exactamente la misma que en diciembre pasado: la oposición pedirá dos tercios para la etapa en detalle, mientras que el oficialismo ofrecerá solamente subir la cantidad de artículos que la oposición podrá vetar.

Oficialismo y oposición, lejos y cerca: Si se analiza en detalle las diferencias entre el oficialismo y la oposición en la Asamblea Constituyente, existe un abismo que separa a ambos bandos. Sin embargo, si la mirada va al espíritu de las propuestas, los dos grupos postulan lo mismo: un sistema mixto.Para el Movimiento Al Socialismo y sus aliados, la forma de votación debe combinar la mayoría absoluta en las etapas de comisiones, grande y detalle y sólo se necesitarían los dos tercios para la aprobación del texto final.

La propuesta de Podemos, UN, MNR, Camino Al Cambio, APB, MIR, A3-MNR, MIR y AAI es similar, pero pone el acento de los dos tercios en otro lugar. El bloque opositor pide que sólo la etapa de votación por detalle se la realice por dos tercios, mientras que todo el resto puede ser por mayoría absoluta. “Es el colmo que estemos trabados en no encontrar la fórmula exacta del sistema mixto”, reclama Raúl Prada (MAS).

Durante todo el receso, el jefe de la bancada oficialista, Román Loayza, propuso que la mitad de los artículos de la nueva Constitución sea aprobada por dos tercios de los presentes (170 de los 255, si van todos los elegidos), pero ese planteamiento ya fue rechazado por la oposición. “Reconocemos que es un avance, pero la Asamblea debe ponerse completamente a ley”, señaló ante dicha proposición el emenerrista Guillermo Richter.

No existe la posibilidad de un trueque:  Ante la urgencia del Movimiento Al Socialismo de ratificar a Santos Ramírez como presidente del Senado, Podemos, UN y el MNR propusieron hacer un canje de la presidencia de la Cámara Alta a cambio de los dos tercios en la Asamblea, que fue rechazado de plano por el presidente de la República, Evo Morales. "Eso es chantaje, prebenda y lamento mucho que mantengan esas costumbres", dijo el primer mandatario.

En su opinión, los partidos tradicionales "están acostumbrados a repartirse ‘pegas’ y eso no va con nosotros. Si algún acuerdo existe va ser por una cuestión de principio", dijo, al afirmar que el sistema de votación mixta para aprobar la nueva Carta Magna es su último ofrecimiento. Una opinión similar tiene Carlos Romero. Cree que aceptar dicho trueque sería retornar al cuoteo de las viejas épocas y asegura que el pueblo boliviano ya no quiere esas cosas.

Pese a las negativas, la presidencia del Senado, que puede llegar a ocupar la titularidad de la nación ante el viaje o renuncia del primer mandatario y del vicepresidente, será utilizado por los partidos de oposición como un elemento de persuasión para sentar al partido oficialista en la mesa de diálogo.