Una encuesta bajo sospecha

Curiosamente, en algunos de los medios escritos en los que se han divulgado recientes encuestas electorales, y que no ocultan su adhesión y alineamiento con los populares de Rajoy, se vierten este sábado sospechas de que los resultados de la encuesta 'oficial' haya podido resultar debidamente maquillada 'a la baja', respondiendo a la estrategia anunciada por Rodríguez Zapatero de recurrir a un cierto tensionamiento y dramatización con vistas a movilizar a una ciudadanía todavía ni definitivamente alentada y estimulada a emitir su voto el 9M. O sea, que el avance del PP en las encuestas, podría significar que algunos tibios, dubitativos o todavía indefinidos votantes, terminaran de movilizarse para impedir lo que esta encuesta no termina de alejar: que Rajoy y los suyos recuperen el poder que perdieron hace cuatro años, despues de ocho años de aznarato. La posibilidad de ese 'oportuno maquillaje', repito, se encuentra y se alienta precisamente en diarios que tienen sus propias encuestas, aunque daban a los socialistas una ventaja algo mayor, de más de tres puntos, que la del CIS, tan escasa en ventajas para Zapatero y los suyos. No hay duda de que una diferencia escasisima de 'los contrarios' estimulara y empujara a esos tibios y aun indecisos.

Por lo demás, ya es sabido que, en esta hora, y cuando aun queda una semana para entrar en materia electoral propiamente dicho, todo es campaña y todo es electoral o electoralista: lo es el encuentro de Zapatero con el Nuncio y el visto bueno que el Vaticano dio al encuentro, así como las caras mas ácidas que se produjeron en el episcopado 'más duro', que encabezan los mitineros de la Plaza de Colón: Rouco y García Gasco particularmente, que están en campaña electoral en parecida manera a como lo están Zapatero y Rajoy, aunque esta vez se les está notando mucho más de lo que quisieran. En teoría, en la Conferencia episcopal ni hay campaña ni hay candidatos propiamente dichos, pero todos saben que Blázquez se juega su continuidad ante el acoso de Rouco, que lo juzga demasiado suave y acomodaticio ante el poder del Estado 'anticlerical' de Zapatero.

Y luego, que duda cabe, también es electoralista que se produzca el estreno del AVE a Barcelona antes de las elecciones, y que las promotoras de vivienda dejen de mostrar su alarma por lo que les está viniendo encima, una crisis mucho más aguda y rápida de lo que se les vino advirtiendo en los últimos tres o cuatro años. No previeron y ahora se ven en este trance difícil, y necesitadas de ayudas urgentes. Hay datos que avalan es viva preocupación: Desde Murcia se da cuenta de un llamamiento desesperado de los promotores de viviendas. Advierten del riesgo de paralización y admiten que el aterrizaje ha sido brusco, piden la derogación de la ley del suelo y la concesión inmediata de licencias. Y se barajan distintos remedios que pudieran llegar al sector, una vez que las constructoras hayan pedido que el 40 por 100 del superavit sea precisamente para obras. Nos cuenta un diario que Solbes se está gastando en dos meses la mitad de la inversión del Estado en 2008 y que Fomento y Medio Ambiente están inyectando diez mil millones para reactivar la construcción. Se anuncia la creación masiva de suelo urbanizable en Cataluña, con un plan para construir con urgencia 90.000 pisos. Nada menos que 86 municipios llegan a acuerdos con el Govern en estos planes, por cuya virtud, 1.598 hectáreas estarán disponibles en un año. Y se insiste en que el Gobierno inyecta 3.000 millones en obra pública para paliar la crisis. Mientras tanto, nos cuentan que el parón inmobiliario abocó al cierre de cien constructoras gallegas.