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Sobre compromiso energético

Cristina, Lula y Evo no llegaron a ningún acuerdo claro

Cristina, Lula y Evo no llegaron a ningún acuerdo claro

domingo 24 de febrero de 2008, 02:36h

Las negociaciones entre Argentina, Brasil y Bolivia continuarán. El compromiso energético finalmente culminó con más suspenso de lo esperado. Cristina Fernández, presidenta argentina, Lula da Silva, presidente de Brasil, y Evo Morales, primer mandatario boliviano,  no acordaron todavía nada sobre los volumenes de gas para cada país.

    De la comisión de estudio participarán los funcionarios vinculados al tema de cada uno de los países implicados y, aunque no se precisó la fecha del primer encuentro, se determinó que se realizará en La Paz, Bolivia.

    Brasil importa alrededor de 30 millones de metros cúbicos de gas boliviano por día, mientras que Argentina tiene firmados contratos de suministro por unos 7,7 millones diarios, aunque el suministro mantiene un promedio de 4 millones por día.

    La actual producción de gas boliviano se sitúa en torno a los 40 millones de metros cúbicos por día y se prevé que aumentará para fin de año a unos 42 millones.

    Bolivia tiene comprometido para este 2008 inversiones por casi 1.000 millones de dólares en la exploración y explotación de nuevos campos petroleros, con lo que prevé cumplir a cabalidad el suministro del energético a los mercados argentino y brasileño, además del interno que está por los 6 millones de metros cúbicos por día.

    El canciller argentino, Jorge Taiana fue el encargado del reporte oficial. "Los tres países buscan las mejores alternativas para acompañar el crecimiento de los países", agregó, tras leer el comunicado de prensa. Además, el canciller le confirmó a ABI que la reunión se realizará en los próximos días.

    El acuerdo es un tibio avance en la negociación, aunque es de suma utilidad para la relación tripartita, ya que permite el fortalecimiento del vínculo Argentina-Brasil, y además, Morales obtiene un respaldo a su política energética y, por consiguiente, un espaldarazo para atravesar los vaivenes en su política doméstica.

    El encuentro previsto como desayuno de trabajo se transformó en un almuerzo. La llegada de Evo Morales se extendió hasta el mediodía de Buenos Aires y concluyó dos horas más tarde.

    Acompañaron al presidente boliviano en la misión oficial: Juan Ramón Quintana, ministro de la Presidencia; Carlos Villegas, ministro de Hidrocarburos; Guillermo Aruquipa, presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB); Alejandra Claros Borja, jefa de Gabinete, y Sixto Valdez Cueto, encargado de Negocios de la Embajada de Bolivia en Argentina.

    La delegación brasileña comandada por el presidente Lula Da Silva, incluyó a Celso Amorim, canciller; Marco Aurelio García, asesor en Relaciones Internacionales; Mauro Vieira, embajador de Brasil en Argentina; Federico de Araujo, embajador de Brasil en Bolivia; Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras; y Edison Lobão, ministro de Minas y Energía.

    Los protagonistas, acompañados por los equipos técnicos, se acomodaron en una larga mesa con vista a los jardines de la quinta presidencial de Olivos, residencia de la primera mandataria argentina, Cristina Fernández de Kirchner, y de su marido, Néstor Kirchner.

    Entre los anfitriones también se destacó la presencia del ministro de Planificación y Obras Públicas, Julio De Vido, el Jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el canciller Jorge Taiana.

    Apenas finalizado el encuentro, a las 13.03, hora boliviana, el presidente Morales, junto a la delegación oficial, emprendió regreso hacia La Paz. Por su parte, Lula Da Silva también regresó rumbo a Brasilia, luego una visita de más de 36 horas.

UN RESULTADO CALCULADO

    La primera visita oficial de Lula Da Silva a Buenos Aires, durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, culminó con saldo positivo.

    Representantes del gobierno argentino temían que las posibles divergencias que surgieran en la reunión tripartita de este sábado empañen los acuerdos firmados en materia de energía nuclear, defensa y migraciones. A Lula da Silva lo acompañó medio gabinete y Sergio Gabrielli, presidente de Petrobras, situación que destaca la importancia que desde Brasilia le otorgaron a esta gira.

    Como era previsto, Brasil no resignó la cuota gasífera boliviana. Las declaraciones de la delegación brasilera comenzaron de la mejor manera: el canciller brasileño, Celso Amorim, aclaró que su país sería "solidario" ante las necesidades argentinas.

    Sin embargo, los dichos de Gabrielli, generaron descontento en el gobierno argentino. El presidente de Petrobras aseguró que "es imposible que Brasil renuncie a una sola molécula del gas importado de Bolivia".

    En este contexto, el rol de Evo Morales, como mediador en el conflicto por el gas boliviano, fue sumamente positivo. La presencia del Jefe de Estado boliviano fue de suma utilidad para un principio de solución del tema más álgido de la agenda regional. Además, será anfitrión del primer encuentro del grupo coordinador de políticas energéticas recientemente conformado.

    De esta manera, el Presidente se lleva el aval de parte del matrimonio Kirchner y sostiene el apoyo de Lula Da Silva. El sostén de los mandatarios será de estratégica importancia ante los vaivenes de la crisis política boliviana.

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