Parece que va a ser uno de los secretos guardados bajo siete llaves en la caja fuerte de los estrategas de campaña en la calle Génova: ¿va a seguir Rajoy en el debate del lunes con Zapatero con la historia de la niña?
Lo más importante no es si se trata de una cursilada o de asunto demasiado tierno para la escasa sensibilidad de televidentes tan ávidos de broncas e insultos a mogollón como los que ya preparan cervezas, palomitas y hasta algún cubata para no perderse el segundo round televisivo el 3-M. Es que hay algunos problemas de identificación para que quede claro al personal. Porque, ¿qué pasa si la niña es china, sudamericana, marroquí o ha salido negrita? ¿Va a ser igual la historia si la cría se llama pongamos por caso Lola, siguiendo la emblemática tradición en plan España cañí de sus patrios progenitores, o habrá algún problema si a la recién nacida en España la ponen Bi-Yi, Cinthya, Fátima o Whitney al utilizar los nombres de pila más usados en los países de procedencia de sus señores padres?
A la niña del debate, Rajoy la deseaba que sus padres tengan trabajo. Estupendo. Pero habría que saber que haría su gobierno si, un suponer, los padres marroquíes de Fátima no tienen papeles pero están trabajando y les pilla la policía. O resulta que han agotado el periodo de residencia provisional de 3 años que les concedió Zapatero en la regularización y ahora están por ejemplo en el paro. ¿A Fátima también le va a desear Rajoy que sus padres trabajen o los largará para Marruecos para que se busquen allí el curro en cumplimiento de la nueva legalidad popular?
Cuando la niña de Rajoy vaya al cole si manda el PP va a tener educación de calidad, en castellano por ley, aunque estudie en Cataluña, y hasta es posible que cualquier día se encuentre con que la propia Esperanza Aguirre y el mismísimo Rodrigo Rato salgan a la pizarra de su clase para dar una clase magistral en inglés en Vallecas. Fastuoso. Pero hay que saber que le ocurrirá a la española Cinthya de progenitores sudamericanos o a la negrita Whitney nacidas en España pero con padres que tramitan o no tiene papeles pero sí contratos basura y temporales, esta semana sí el mes que viene ya veremos. ¿Van a ir de cabecita al colegio público no concertado sin poder soñar siquiera con el concertado? Habrá que saber si tendrá todavía derecho a ayudas de comedor u otras de las previstas en los servicios sociales de los ayuntamientos. Porque desconocemos si la nueva teoría popular sobre la saturación de los servicios públicos y asistenciales a causa de la actual inmigración descontrolada hará que los fondos asistenciales queden solo para las niñas de padres con los dos apellidos españoles.
Y qué decir de Bi Yi, la niña china de Rajoy, o sea de padres del lejano oriente pero concebida y parida en suelo patrio. Queremos saber si va a ir por el mundo orgullosa de ser española, como sueña el líder del PP, si a sus papás les han hecho firmar un contrato en el que aseguran que no van a ser delincuentes, admiten que les obliguen a aprender español y a observar y cumplir a rajatabla cualquier costumbre patria que decidan las autoridades. Por no imaginar que la criaturita tenga que estudiar una educación para la ciudadanía solo para extranjeros sobre nuestros insignes valores. Que no quiero yo ni pensar que subidón español va a llevar nuestra chinita fuera de nuestras fronteras si encima a papa chino o a mama china le da por incumplir el contrato, aunque no por ello acaben en la cárcel…
Y ya puestos a darle vueltas, que ya se sabe que los comités de campaña tuercen y retuercen cada argumento más que a un calcetín remendado, imagínense si la niña es china, o marroquí, o sudamericana o negrita y están adoptadas o en trámites. ¿Las va a dar oportunidad Rajoy de ir por el mundo con el orgullo de ser españolas si los padres que las adoptaron o las quieren adoptar legalmente son gays o lesbianas? Que es que esa es otra...
Si (
No(
