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El Chiki chiki

martes 11 de marzo de 2008, 12:16h

A estas alturas de la semana sabemos, y de buena fuente, que Rodolfo Chikilicuatre - o como se llame de verdad - representará a España en la Eurovisión 2008 que se celebrará en Belgrado. Y es que el cantante de España proviene de la factoría Buenafuente.

El Elvis del Terrat, ya sabe, lo eligieron los internautas con un 56% de los votos. La inmensa mayoría. La siguiente clasificada, Coral, obtuvo sólo un 14% del total. Los que recordamos la Eurovisión de Mocedades, de Massiel o de Manolo Escobar, ni opinamos. El festival se supone serio, prestigioso y muy importante no ya sólo para el artista que se presenta sino para el sector de la música en general, tan faltos de promoción en los medios.  

Ahora, resulta que Eurovisión se nos presenta como novedoso, original y hasta divertido. Me disgusta. Prado del Rey, o sea la televisión pública, para acabar con la indiferencia o el desinterés de anteriores ediciones organizó una fórmula inédita. El resultado ahí está: Gritos de “Fuera, retirate”, mientras el Elvis, el rey cutre, repetía sus dos minutos de gloria.

El Elvis de Buenafuente, leo, antes de presentarse a esta gala colgó su canción en uno de los espacios más visitados y más populares de Internet, Myspace. Esto es lo que tiene Internet. El todo o la nada, la sorpresa o el desajuste, el cacao maravillao o la canción melódica. Y la pública lo sabe. Por eso se reinventó el cartel y lo título: Salvemos Eurovisión. Salvemos al soldado Ryan. Es similar. Éste consiguió varios oscars de hollywood. Aquel, un billete de ida y vuelta, sin resultado. Ya veremos.

Estoy más convencido que el Chiki chiki es lo que aquellos ‘monstruosos heavies’ supuso para Islandia. Un revulsivo. Una aparición estelar en el firmamento del espectáculo. Dicen que los islandeses triunfaron en esto de la música, que eran unos excelentes músicos. No sé. El de Buenafuente, el más cómico, el más trasgresor, el no va más, representará la imagen de España. El protagonista, Rodolfo, se alegra convencido. Ha triunfado el sentido del humor. Puede. Vaya, vaya.

Mientras, la letra del Chiki chiki se nos dice se modificará por su alto contenido político, nuestro presidente en funciones anda ocupado en cocinar alianzas, acuerdos que benefician al conjunto de los ciudadanos españoles. Los mentideros políticos apuestan por un acuerdo global y permanente con Convergencia i Unió y el PNV. Se supone concederá algo de estabilidad al gobierno. En ello confiamos.

Recuerdo que una semana previa al comienzo de la campaña electoral un alto directivo de una multinacional española me predecía el resultado que luego ha resultado. Rodríguez Zapatero ganaría con holgura, al captar los votos de los nacionalistas e independentistas y que el futuro de la periferia (así se refería a los que vivimos en provincias) pasaría por un acuerdo de Estado entre la Convergencia de Duran i Lleida y el socialismo nada obrero y español de Zapatero. Incluso que se sentaría un catalán en el consejo de ministros.

Ésa fue la apuesta de este conocido amigo mío con la Vicepresidenta del gobierno en funciones. En fin. Desconozco que sucederá con nuestra querida España, pero si confió en que impere la cordura y la sensatez.

Nuestra tierra, la bendita, la que suspira en nuestros corazones, está apenada. Once millones de ciudadanos han apostado por cuatro años más de incertidumbre, de dudas y de enfrentamientos. Al leonés le han concedido más oxigeno. Mientras el firme opositor, aquel que ya las ganó por goleada, registra bien su memoria, toma aliento y decide su futuro. Años duros, difíciles y complejos se nos presentan. Es un ciclo, me dicen mis mayores. Ya pasará. Es verdad, les respondo.

Me quedo con el abrazo tierno y cariñoso de Viri, esposa de Mariano Rajoy. Discreta, prudente durante estos últimos cuatro años, apareció en escena cuando su marido más lo necesitaba. Al gallego se le apareció una lagrimita y Viri, que huye de protagonismo alguno, le abrazó con fuerza. Ella representaba en ese dulce momento el sentir de millones de españoles. Pienso. Quiso Dios, con su poder, hundir cuatro rayitos de sol y hacer con ellos una mujer. Ahí estaba. Tierra gloriosa de mi querer, tierra bendita de perfume y pasión, España en toda aflora tu piel, suspira un corazón.

 (*) Consultor de comunicación
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