Durante el acto, que duró unos 10 minutos, se depositó una corona de laurel frente al monumento de homenaje a las víctimas de los ataques que dejaron 191 muertos y más de 1.800 heridos, junto a la estación madrileña de Atocha y se guardó un minuto de silencio, explicó Reuters.
En los atentados mortales de Madrid, los peores ataques islamitas en Europa, 10 bombas estallaron en cuatro trenes en plena hora pico, tres días antes de las elecciones generales que dieron la victoria al Partido Socialista Obrero Español (PSOE).
Al homenaje de ayer también asistieron familiares de las víctimas, así como la vicepresidenta primera del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega; la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre; el alcalde de la capital, Alberto Ruiz-Gallardón, y los presidentes de las cámaras, Manuel Marín y Javier Rojo.
El coro de la capilla real de Madrid y Cataluña, en el que canta la esposa de Zapatero, Sonsoles Espinosa, interpretó la pieza Da pacem Domine del compositor estonio Arvo Part, inspirado en el atentado también conocido como 11M.
Los reyes y otras autoridades bajaron posteriormente al monumento de cristal en el que se recogen los mensajes que dejaron miles de personas en los días posteriores a los atentados.
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