OPINIÓN/Víctor Gijón
miércoles 12 de marzo de 2008, 11:33h
La defensa de la continuidad de Mariano Rajoy al frente del PP ha unido a los que le detestan y quieren sustituirle y a aquellos que no durarían ni un suspiro en su cargos si llegase a Génova Esperanza Aguirre.
Los que desde fuera rechazaban la dimisión del presidente del partido conservador han tenido muy presente que quien estaba ya urdiendo la sustitución, la presidente de Madrid, suponía una derechización del partido, difícilmente asumible por la parte centrista de su electorado.
Un PP en manos de Esperanza Aguirre tendría todas las papeletas para arrasar en Madrid, donde ya gana, pero hundiría al PP en territorios más centrados electoralmente como Cataluña, Andalucía, País Vasco … Por eso no deja de extrañar que entre la troika de sustitutos de Rajoy, manejada por los dos medios de comunicación que se niegan a aceptar que el PP siga perdiendo elecciones, es decir El Mundo y la COPE, se cite a Aguirre, si bien se la coloca en segundo lugar, después de Rodrigo Rato y justo antes de Alberto Ruiz Gallardón. Por el momento ni Pedro J. Ramírez ni Federico Jiménez Losantos han tenido éxito en su intento de forzar la dimisión del presidente del PP. Un intento que en el caso del periódico madrileño puede estar inspirado por el zaplanismo y el de la radio de los obispos por la presidenta de la Comunidad de Madrid, protectora de Losantos.
En lo que si tienen razón ambos medios de comunicación y quienes les apoyan es que con la actual dirección del PP o se saca mayoría absoluta o no hay posibilidad de llegar al Gobierno. Pero es sabido que las mayorías absolutas no se ganan, sino que son la consecuencia del hundimiento del rival. Y no parece que haya signos en el horizonte de que el PSOE vaya a suicidarse en las urnas a corto o medio plazo.
El PP, es evidente, carece de posibles socios para conformar una mayoría parlamentaria. Un problema que también se la plantea en Cantabria. Y eso es algo que no se cambia sólo quitando al líder, sino, sobre todo, haciendo otra política. ¿Podrá Rajoy asumir el reto?
Lo que está claro es que, si miramos en nuestro pequeño universo local, Ignacio Diego ni es capaz de cambiar ni quiere hacerlo. Y tampoco parece dispuesto a adelantar el congreso, por si a De la Serna le da por disputarle la presidencia.
Si (
No(
