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Off the record - 17 marzo 2008

Off the record - 17 marzo 2008

lunes 17 de marzo de 2008, 07:26h

¿DOS MINISTROS CANARIOS EN EL REINO DE ZP?

Un auténtico “huracán Delta” se cierne sobre la política de las Islas Canarias tras el nuevo éxito electoral del ex ministro Juan Fernando López Aguilar –cuyo nombre, por cierto, “suena” intensamente como probable ministro de Asuntos Exteriores del gobierno que forme Rodríguez Zapatero tras la investidura– y los intentos de los nacionalistas (CC) de alterar los resultados con aparentes manipulaciones tanto en el recuento de votos locales como con la “fabricación” –la palabra, muy expresiva, es de López Aguilar– de los votos de los residentes en el extranjero, esto es, en Venezuela y otros países latinoamericanos. El otro cabeza de lista del PSC-PSOE, en este caso por Tenerife, José Segura, “suena” también como posible ministro de Fomento, aunque no es seguro que ZP vaya a prescindir de la siempre polémica “Maleni”, que se mueve muy bien por los vericuetos internos del partido. Desde luego Segura desea intensamente, desde hace muchos años, precisamente la cartera de Fomento, sobre todo porque de Fomento depende su gran afición personal, que es el transporte aéreo, de lo que es un gran conocedor, tanto en los temas aeroportuarios como de control de la navegación aérea. Con 7 de los 15 diputados nacionales canarios, el PSC-PSOE se confirma como fuerza hegemónica en el archipiélago, cerca de la mayoría absoluta. López Aguilar “pisa fuerte” en La Moncloa, tras haber ganado de largo las dos elecciones que ha encabezado en Canarias, primero las autonómicas –aunque no logró formar gobierno al unirse CC y PP en lo que él ha llamado “una alianza de perdedores”– y ahora las generales. Se encuentra además en el “círculo de hierro” de los amigos personales de Rodríguez Zapatero.

  VOTOS LEJANOS… Y MELCHIOR EN LA CUERDA FLOJA

Por cierto que Tenerife vivió este fin de semana un “recuento de infarto” en torno a una de las actas de Senador. Para general sorpresa, y tras haber sido ganada con amplia ventaja por Alarcó (PP), los votos de los “residentes ausentes”, esto es, los emigrantes, produjeron un vuelco a favor de Ricardo Melchior, presidente del Cabildo de Tenerife y tenido por muchos como el impulsor e ideólogo en la sombra de la campaña independentista con la que un rotativo insular promueve la autodeterminación de Canarias y la independencia de la “potencial colonial”, como denomina a España. Alarcó es hombre de carácter y decidió no achantarse al descarado “pucherazo”, de modo que, con apoyo de la presidenta insular del PP, Cristina Tavío, nuevos recuentos pusieron de relieve insólitas manipulaciones de las mesas electorales y acabaron por devolver a Alarcó el acta de Senador. El escándalo ha sido de tal magnitud que algunos dirigentes socialistas locales han propuesto aparcar las diferencias ideológicas con el PP y sugerido una concertación de regeneración o casi “de salud pública” de socialistas y populares para derribar de la presidencia del Cabildo a Melchior y que el senador Alarcó, ahora vicepresidente, tome el timón del importante órgano de gobierno insular. La dificultad estriba en que Melchior goza de la amistad y confianza del presidente regional del PP, José Manuel Soria, intensamente enfrentado además con López Aguilar. A pesar de que el beneficiado sería un dirigente del PP, sólo una decisión expresa desde Génova podría llevar a Soria a permitir un acuerdo con los socialistas para derribar a Melchior.

 

EL BAILE DE MINISTROS Y “MINISTRABLES”

Claro que no sólo son los canarios López Aguilar y José Segura los que andan estos días en boca de rumores. Se sabe poco, sólo que Rodríguez Zapatero tiene decidido reconfigurar su gobierno tras la investidura, y que únicamente ha confirmado, en privado y en público, a sus dos actuales vicepresidentes, la política, María Teresa Fernández de la Vega, y el de Economía, Pedro Solbes. Así que el famoso Miguel Sebastián, que tiene prometida en privado la entrada en el gobierno, irá a otro Ministerio, eso sí, relacionado con lo suyo, que es la economía. Seguirá sin duda en el gobierno, y quizá con funciones acrecentadas o extendidas, se rumorea incluso una tercera vicepresidencia, de asuntos sociales, el laborioso Jesús Caldera, uno de los hombres de máxima confianza personal, incluso amistad, del presidente. Y queda naturalmente por resolver lo que derivase del eventual apoyo parlamentario de CiU y PNV a la investidura presidencial. Nadie duda que sería un gran golpe de efecto para la imagen de ZP la entrada de ministros catalanes o vascos en el gobierno del Estado, que le permitiría reforzar el “España no se rompe” y amparar su proyecto territorial. Lo mismo en CiU que en el PNV hay políticos de gran talla conocidamente dispuestos a ser ministros del gobierno central, pero las negociaciones serían complejas.

 

PUNTOS CRÍTICOS PARA LA FORMACIÓN DE GOBIERNO

Salir del todo, o recibir el bálsamo de un cambio de cartera, las quinielas apuestan sólo por los cuatro “ministros desastre”: a) el pintoresco titular de Sanidad, Bernat Soria, que en vez de salir podría ser desplazado a otra cartera menos crítica, habida cuenta de su extrovertida admiración hacia ZP; b) el caótico ministro de Industria, Joan Clos, “la prueba viviente de que el infierno está empedrado de buenas intenciones”, según reciente descripción de alguien muy próximo a Zapatero; c) el “amigo del pueblo árabe”, buena persona pero evidentemente maestro en el arte de la inoportunidad y las “amistades peligrosas”, Moratinos, y d) la titular de Educación, Mercedes Cabrera, del círculo próximo del presidente, pero con toda evidencia, a la vista del desastre, muy por debajo de los requerimientos necesarios para un departamento tan exigente y sensible. Muchos rumores también en torno al titular de Justicia, Fernández Bermejo, que llegó al cargo, afirmó entonces, con un “compromiso de cinco años” por parte de ZP, pero que en los últimos meses ha acumulado varios “patinazos” y una peor que mala campaña electoral en Murcia. Justicia es un terreno difícil, en el que los cambios hay que meditarlos mucho, pero los que creen estar en el conocimiento de los propósitos de ZP dicen que quiere alguien capaz de impulsar un consenso en torno a temas tan críticos como el Consejo General del Poder Judicial y la Fiscalía General del Estado, y que Fernández Bermejo “no da ese perfil”. La cuestión se complica por los conocidos deseos de Conde Pumpido, que goza de la fraternal confianza de ZP, de dar el salto a la presidencia del Consejo General, que también desea el ex ministro Fernando Ledesma. ¿Podría, si Conde Pumpido consiguiera su objetivo, saltar el fiscal Fernández Bermejo a la cúpula de su carrera?
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