Durante su discurso del quinto aniversario George Bush ha querido dejar claro que Estados Unidos no se va de Irak si no todo lo contrario. Bush, orgulloso de su papel en el conflicto ha asegurado que desde la invasión de Irak el mundo
"es un lugar mejor" y que si se retirasen Al Qaeda se haría fuerte. Si dejaran Irak significaría dar un balón de oxígeno al enemigo y permitir a los terroristas que accedan al petróleo de Irak, a la
"fabricación de armas de destrucción masiva", "
Al Qaeda volvería a establecer sus refugios" y la economía global sufriría las consecuencias.
Al referirse al aumento de tropas decidido el año pasado, Bush afirmará que este
"ha abierto la puerta a una importante victoria estratégica en la lucha contra el terrorismo". "
El aumento de tropas ha funcionado", según
Bush, por lo que advierte que durante las próximas semanas continuará la ofensiva porque su responsabilidad tras el 11-S es "
derrotar a nuestro enemigo en todo el mundo"
"Nuestra batalla en Irak terminará como un éxito", pero además de ganar la batalla
"debemos terminar con su ideología", añade el presidente Bush que ha tildado a la guerra de Irak como una batalla que es "
noble, es justa, es necesaria".
Desde que comenzó el conflicto hace cinco años
han perecido casi 4.000 soldados estadounidenses, 24.000 civiles y el costo de la guerra para el erario estadounidense ha sido de unos 500.000 millones de dólares.
Reconoce que en Irak se han hecho sólo "
progresos frágiles", pero prefiere resaltar los aspectos positivos porque según Bush "
el nivel de violencia ha disminuido" gracias a que "
hemos capturado y matado a miles de extremistas" y añade que
"Irak se ha convertido en un sitio donde las masas árabes combaten contra Al Qaeda".
Estados Unidos mantiene alrededor de 159.000 efectivos en Irak, incluyendo alrededor de 20.000 que fueron sumados en enero del año pasado. Fuentes militares señalaron que para mediados de este año el número debería reducirse a unos 140.000.
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