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Presidente de la Asociación Textil Venezolana

David Fihman declara que la industria textil venezolana pasó de 20.000 a 1.000 empleados

David Fihman declara que la industria textil venezolana pasó de 20.000 a 1.000 empleados

lunes 24 de marzo de 2008, 00:57h
Carmen Sofía Alfonso, periodista del diario El Nacional de Venezuela, realizó la impactante entrevista que a continuación reproducimos

 

 

 


Con una simple cuenta el presidente de la Asociación Textil Venezolana, David Fihman, diagnostica el estado del sector. Recuerda que para la década de los años 80 solamente en el estado Aragua las empresas textiles empleaban a 20.000 personas; mientras que en 2007 la nómina no pasó de 1.000 trabajadores.

"El enfermo está grave y no se le está dando la medicina adecuada", afirmó.

Como la gran mayoría de las industrias manufactureras del país, en los últimos 10 años la capacidad productiva del sector se ha reducido a mínimas y drásticas expresiones.

Otra somera comparación lo revela. De acuerdo con las estadísticas de la Asociación Venezolana de Exportadores, en 2002 el rubro "materias textiles, calzados y manufacturas" vendía en el mundo 63,6 millones de dólares y el año pasado sólo comercializó 16,1 millones de dólares. La cifra de 2007 representó para el sector 0,08% del total de las exportaciones venezolanas de ese año.

El descenso de las ventas al exterior no es responsabilidad del mercado interno. La demanda de textiles nacionales la atiende otras latitudes.

Fihman aseguró que de toda la oferta de prenda de vestir de las tiendas venezolanas, sólo 25% es de producción nacional. "La industria atraviesa un grave momento. Ya no se puede exportar porque para hacerlo hay que repatriar las divisas a 2,15 bolívares fuertes por dólar, y eso no es competitivo", dijo.

El desplome del parque industrial textil ha repercutido en el consumo de algodón y, por ende, en su producción

Según Fihman, hace 25 años Venezuela requería 100 millones de kilos del producto, de los cuales la mitad se elaboraba en el país. Ahora, sólo amerita 30 millones de kilos, de los que hay que importar casi todo porque la manufactura interna sólo aporta unos 4 millones de kilos.

La caída. El presidente de la ATV rememoró que la década de los años 80 fue una buena época para la industria, en la que se hicieron fuertes inversiones. "Las restricciones para importar que existía, junto con el control cambiario, significaron una gran protección para el sector productivo nacional".

El primer golpe que recibió la industria fue en 1989 durante el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez. Fihman acotó que ese año se conjugaron varios factores que lesionaron severamente el sector: "El desmontaje arancelario, la eliminación del control cambiario, el incremento de las tasas de interés, el desconocimiento de las cartas de crédito y el Caracazo".

Entre 1988 y 1994 -año de la crisis bancaria- muchas empresas "emblemáticas" tuvieron que bajar sus santamarías. "Tócame y Divenca, para hablar de las grandes", agregó.

Llegó Hugo Chávez y regresó el control cambiario

Sin embargo, Fihman admite que durante los primeros 12 meses de Cadivi el efecto fue positivo. "En todo control a los importadores les cuesta adaptarse a las reglas. Fue un respiro para la producción nacional", indica.

Las trabas. Solvencias laboral, del Seguro Social, del INCE, de política habitacional, cumplir con las leyes orgánicas de Ciencia, Tecnología e Innovación y la de Protección, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo; son algunos de los requisitos que deben cumplir todos los sectores productivos que necesiten importar insumos y materias primas para sus operaciones.

"La Industria en general está contra la pared"

Además de estas exigencias para importar, Fihman agregó que Cadivi "cambió las reglas del juego" con respecto a la Asociación Latinoamericana de Integración. "México, Colombia, Perú, Ecuador, en lo que se refiere algodón, hilados y demás insumos, son proveedores confiables. Pero al cambiarnos el esquema se nos hace muy difícil importar desde estos países".

De acuerdo con el último directorio de la ATV, las empresas afiliadas señalaban que tenían retrasos para obtener las divisas, a través del convenio Aladi, de más de 150 días.

El presidente de la asociación destacó que la consecuencia principal de esta situación es que los mercados extranjeros están suspendiendo los créditos por impuntualidad en los pagos.

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