El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, reveló este jueves a empresarios de su país y de México que le exigió a su homólogo de EEUU, George W. Bush, que "resuelva su crisis" financiera e impida un efecto dominó en la economía global.
"El problema es el siguiente, hijo: nosotros pasamos 30 años sin crecer y ahora que nosotros estamos creciendo tú te entrometes. El problema es tuyo, de modo que resuelve tu crisis", dijo Lula que le espetó a Bush en una conversación telefónica, que no aclaró cuándo fue.
Lula hizo el comentario durante su participación en un seminario de negocios entre empresarios de Brasil y México, en el que también dijo que "no es posible" que las dos mayores economías de América Latina tengan un intercambio comercial que "apenas" llega a unos 6.000 millones de dólares anuales.
Advirtió a los empresarios de que los países latinoamericanos han sido "desafiados a usar toda su inteligencia para impedir que dentro de cinco o seis años, con una crisis más profunda", todavía sigan siendo dependientes "de una sola economía, de un solo país".
Según Lula, entre los países en desarrollo y los más ricos existe una relación desigual que debe ser alterada.
"Cuando ellos crecen, nosotros crecemos un poco, y cuando ellos tienen una crisis, nosotros nos hundimos", afirmó el presidente en el acto, celebrado en la ciudad de Recife, en el noreste del país.
El seminario, en el que participan unos 200 empresarios de ambos países, coincide con la inauguración de las primeras dos agencias en Brasil del Banco Azteca, que escogió Recife (capital del estado de Pernambuco) como su punta de lanza en el mayor mercado latinoamericano.
El objetivo del foro es discutir oportunidades de negocios que permitan la presencia de un mayor número de empresas mexicanas en Brasil y viceversa, así como tratar de nivelar una balanza comercial actualmente favorable al país suramericano.
En 2006 Brasil exportó a México productos por 5.558 millones de dólares y sus importaciones desde ese país sumaron 1.147 millones de dólares, una relación que se mantuvo prácticamente estable en 2007.
El interés de los mexicanos es buscar nuevos clientes en Brasil, que sustituyan los que puedan perder con una posible recesión en Estados Unidos, el mayor destino de sus exportaciones.
Los brasileños, por su parte, pretenden entrar al segundo mayor mercado latinoamericano, que, además, forma parte del Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (con Estados Unidos y Canadá).
En la cita participan representantes de gigantes mexicanas como Telmex y Femsa, y varias empresas brasileñas con intereses en México, como el Banco do Brasil y la constructora Andrade Gutierrez.
También asisten el ministro de Economía de México, Eduardo Sojo, y el empresario Ricardo Salinas, presidente del Grupo Salinas y del Banco Azteca, tercera institución financiera mexicana.
"Veo en el mercado brasileño un potencial aún mayor que el que tenemos en México. Comenzamos por Pernambuco por ser el centro del nordeste brasileño y uno de los estados que más debe crecer en los próximos años", dijo Salinas sobre la elección de ese estado para la apertura de las primeras agencias de su banco en Brasil.
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