La verdadera intensidad de esas relaciones, según los expositores, se establecerá una vez que concluya el análisis de la computadora que el Gobierno del presidente de Colombia, Álvaro Uribe, asegura haber hallado tras el bombardeo militar del pasado 1 de marzo contra un campamento de las FARC en Ecuador.
En esa incursión militar colombiana en territorio ecuatoriano murieron el segundo jefe al mando de las FARC, "Raúl Reyes", y otra veintena de personas.
"Se han abierto sólo 4.000 de los 16.000 archivos" contenidos en esa computadora, destacó Alberto Federico Ravell, director de la emisora privada venezolana Globovisión, que aprovechó su condición de panelista para pedirle al presidente de su país, Hugo Chávez, que le conceda una entrevista exclusiva para tratar ese y otros asuntos.
Globovisión consta entre "los enemigos públicos del Gobierno" de Chávez, admitió Ravell, y dejó entrever que por ello su petición tendrá nulos visos de éxito.
Pese a ello, Ravell insistió al solicitarle a un periodista venezolano presente en el foro, y al que identificó como "chavista", que interceda a su favor a fin de lograr una entrevista con Chávez.La supuesta idéntica reticencia a entrevistas "de fondo" fue achacada al presidente de Colombia, Álvaro
Uribe, por Ricardo Santos y Clara Ospina, directivos de las bogotanas emisora RCN y del diario El Tiempo, respectivamente, los otros expositores del panel.
"Uribe no es dado a someterse a interrogatorios de la prensa escrita" y casi que no habla con los periodistas porque da prioridad a los discursos ante sus partidarios, en lo que evidencia "similitudes con Chávez", opinó Santos.
Ospina dijo a su vez que, en esos casos, el presidente colombiano prefiere los escenarios de radio y televisión donde puede hacer gala de sus aptitudes de político exitoso, lo que se demuestra en e
ncuestas que le conceden niveles enormes de popularidad, destacó.
Precisamente por ese hecho, añadió Ospina, el periodismo colombiano vive un momento en el cual se estima que "pierde popularidad" quien se enfrenta al gobernante, de lo cual ha sido víctima, entre otros, el ex presidente César Gaviria, actual líder opositor a la gestión de Uribe, aseguró la directiva de RCN.
Ambos comunicadores colombianos coincidieron también en que en el seno de la sociedad de su país no hubo mayores objeciones a la acción armada de fuerzas regulares de Colombia en territorio de Ecuador, por haberse perpetrado en contra de un grupo insurgente.
"No se trató de una masacre ni de cobardes asesinatos", sostuvo Santos, que también coincidió con Ospina en que es el Gobierno de Ecuador el que debe responder por la instalación en su territorio de un campamento de un grupo irregular extranjero.
Por ese motivo, complementó Ospina, "no hubo rasgaduras de vestiduras" en la sociedad ni en la prensa colombiana, que tampoco se vio sometida a algún "dilema ético, porque ha dicho la verdad" de lo sucedido, remarcó.
Santos remató el asunto anunciando que está a la espera de conocer la línea que imprimirá Uribe a su política exterior cuando concluya la revisión del contenido de la computadora del jefe de las FARC abatido, de la que
Bogotá ha dicho que encontró incluso datos de financiación oficial venezolana a la guerrilla y de ésta a la campaña electoral del ahora presidente ecuatoriano, Rafael Correa.
Rafael Poleo, director del diario caraqueño El Nuevo País, que intervino en el debate, destacó el deber de los presidentes y demás funcionarios a someterse a las preguntas de los periodistas en atención al derecho a la información que tienen los ciudadanos.
Los gobernantes "que se resisten a los interrogatorios de los periodistas son incompetentes de medio pelo o tienen algo que esconder", remarcó Poleo al expresar que esa situación también refleja una degradación de la función pública e incluso de la profesión de los periodistas que lo permiten.
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