www.diariocritico.com

La fractura social

lunes 15 de enero de 2007, 08:50h

El presidente Zapatero considera que no ha hecho nada mal y, aunque no lo dice (la verdad es que no dice casi nada en la entrevsita exclusiva que publica "El país") sí deja entrever que volverá a negociar con ETA tan pronto como pueda. Está empeñado en ser el hombre que acabaó con el problema terrorista. Pero no sabemos cómo ni a cambio de qué. En el otro lado, Angel Acebes, en otra entrevista, ésta en "La Razón" dice que la culpa exclusiva de todo lo que pasa es del presidente del Gobierno. Ellos tampoco han hecho nada mal. En medio, la sociedad española está más dividida que nunca y, a un lado y al otro, surgen los que tratan de explotar en su beneficio todo lo que pasa. Las estupideces ofensivas pronunciadas por el excelente actor argentino Federico Luppi, acompañado de otros actores que sólo protestan contra el PP, como si tuvieran, lo tienen, un sentido crítico sólo para lo que hace mal la derecha e ignoraran siempre los errores de la izquierda, no impide constatar que el Partido Popular se equivocó cien poir cien al no acudir a la manifectación del sábado. Esa tarde tenían que haber estado allí, aunque al día siguiente hubieran mantenido sus principios. Igual que las víctimas.

Pero no es un problema de este momento. Desde el inicio de su mandato el presidente Zapatero quiso excluir al PP, mediante acuerdos y pactos con todos los demás, ninguneando al líder de la oposición con una política de gestos sin hechos. Ni él ni Rajoy han confiado nunca el uno en el otro. Se pueden tener ideas diferentes y hasta opuestas, pero cuando los dos creen que el otro miente, no es posible un juego político limpio y honesto entre Gobierno y oposición. El dato de que uno de los asistentes a la conferencia de presidentes autonómicos grabara la intervención de Zapatero -y su "lapsus" tremendo- indica hasta qué punto la política ha entrado en el fango. Es cierto que el presidente Zapatero ha recibido a todos los presidentes autonómicos y que Aznar no lo hizo con varios, pero eso no significa que el diálogo haya servido para algo. No hay diálogo porque no hay voluntad de hablar.

Zapatero no dice casi nada cuando habla de su política y siempre hace comparaciones con el pasado cuando trata de responder a las crìticas. Los errores de otros no pueden ser nunca una explicación de los propios. Rajoy no es capaz de explicar que el PP es otra cosa que "una máquina de decir no a todo", como también se transmite interesadamente desde muchas tribunas. Zapatero no se equivoca nunca, nunca hace nada mal, no reconoce que le engañó ETA, que no es posible la negociación, que los servicios de información no funcionaron, que reaccionó tarde, que dijo cosas contradictorias con sus ministros... Y Rajoy... ¿dónde está Rajoy? Lo más preocupante de esta situación es que unos y otros han dividido radicalmente a la sociedad en dos bandos difícolmente reconciliables. Una fractura social buscada, promovida, potenciada... ¿Para qué, con qué fines? Es una gravísima responsabilidad.

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios