Correa tomó posesión, arremetió contra el sistema y convocó a consulta popular

Al acto asistieron los presidentes de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Haití, Irán, Nicaragua, Paraguay, Perú, República Árabe Saharaui Democrática y Venezuela, el príncipe de Asturias, Felipe de Borbón, y decenas de delegaciones internacionales de menor rango.

Tras su investidura como presidente, Correa aseguró que, en su mandato, el poder volverá a "su legítimo dueño: el pueblo", en su discurso ante el Congreso y los invitados.

El ya presidente constitucional de Ecuador arremetió, entre otros, contra los grupos de poder político y económico del país y los organismos multilaterales de crédito.

Mostrando una réplica de la espada de Simón Bolívar, que le había regalado su amigo el presidente venezolano, Hugo Chávez, afirmó que a partir de ahora se acabará "la amarga noche neoliberal" que, dijo, ha significado, para Ecuador y toda América Latina, un tiempo de pobreza, desigualdad y endeudamiento.

Por eso propondrá la creación de un tribunal internacional "imparcial", para revisar la deuda exterior de las naciones y determinar qué montos deben pagarse y que parte hay de "deuda ilegítima", que impide el desarrollo de las naciones pobres.

En lo político, Correa anunció un cambio de sistema "radical, profundo y rápido", basado en la integración regional de América Latina, que insistió "no está viviendo una época de cambios, está viviendo un verdadero cambio de época".

En su discurso Correa reiteró que convocaría de inmediato una consulta popular para instaurar la Asamblea Constituyente de plenos poderes, que permita llegar a un sistema que favorezca a los emigrantes, indígenas y otros grupos desfavorecidos.

Recuerda a los caídos por ETA
En su discurso, Correa tuvo un recuerdo para Carlos Palate y Diego Estacio, los emigrantes ecuatorianos muertos el pasado 30 de diciembre en el atentado de ETA contra el aeropuerto madrileño de Barajas, y agradeció el trato dado por España a las familias de las dos víctimas de los "criminales de ETA".

Tras un almuerzo ofrecido por Correa a los dignatarios e invitados a su investidura, en un acto oficial y festivo en la ciudadela Mitad del Mundo, que representa el punto de paso de la línea ecuatorial, 22 kilómetros al noroeste de Quito, Correa firmó el decreto de convocatoria del referendo, el próximo 18 de marzo, para la aprobación de la Asamblea Constituyente.

Como había prometido en su campaña, ese fue su segundo decreto, y en él indica al Tribunal Supremo Electoral (TSE) que "organice, dirija, vigile y garantice la consulta popular", sin darle oportunidad de opinar, al tiempo que ordena el traslado de copia del documento al Congreso, para su conocimiento.

Tras ello, firmó el decreto de nombramiento de los 17 ministros de su Gabinete, de los que siete son mujeres, y otra orden por la que redujo a la mitad el sueldo del presidente del país, que cobrará 4.000 dólares y tendrá el mayor salario de los funcionarios del Estado.

Del brazo de Evo
En el acto, que terminó con un festival musical, Correa estuvo acompañado por su amigo Chávez, que fue constantemente aclamado por los asistentes, hasta que se les unió el presidente de Bolivia, Evo Morales, que también fue acogido con ovaciones y gritos de apoyo.

Los actos de la jornada de investidura de Correa finalizaron con una recepción ofrecida en el refectorio del convento de San Francisco, del Centro Histórico de Quito, a los dignatarios e invitados especiales.