Reabren el proceso por asesinato de René Largo Farías

Quince años después del asesinato del conocido hombre de radio René Largo Farías, la 9ª Sala de la Corte de Apelaciones de Santiago resolvió reabrir la investigación de caso por estimar que hubo “deficiencias” en la sustanciación del proceso.

La Corte confirmó la sentencia dictada en primera instancia en diciembre de 2004, que consideró autor único del homicidio a Luis Bahamondes, pero pide llevar a la práctica todas las diligencias que sean necesarias “a efectos de establecer la participación de otros” en el crimen.

El asesinato de René Largo Farías, en octubre de 1992, tuvo gran repercusión en la opinión pública. Prácticamente todos los medios informativos lo registraron y le dedicaron amplio espacio. A ello contribuyeron la personalidad del querido promotor de la canción popular y las circunstancias de su muerte.

Largo Farías fue encontrado inconsciente y agónico en las cercanías del puente Lo Cañas, en la comuna de La Florida, en la madrugada del día 12 de octubre. Mostraba signos de haber sido golpeado con violencia y de haber recibido un golpe mortal dado con un objeto contundente, en la base del cráneo. Fue remitido e ingresado como desconocido, sin identidad, al Hospital Sótero del Río, donde permaneció en estado de coma.   

La familia lo dio por desaparecido y presentó a Carabineros una denuncia por presunta  desgracia pero nunca recibió información alguna  sobre trámites realizados para establecer  su paradero ni su estado. Finalmente, al tercer día de estar prácticamente desaparecido, fue localizado por un familiar en el Hospital mencionado, donde falleció el 15 de octubre.
 
Tanto la esposa de René Largo Farías, Kira Díaz, como su hermana Iris y demás familiares estimaron desde el primer momento que su muerte fue un crimen político. Una serie de hechos contribuyeron a formar esa convicción. René Largo Farías era ampliamente conocido por su trabajo como difusor y promotor del folclor y de la cultura popular.

Militante comunista, había desarrollado desde su regreso al país en 1984, después más de diez años de exilio, una intensa labor de oposición a la dictadura en el plano cultural. La Peña “Chile Ríe y Canta”, bajo su dirección, se convirtió en un centro donde se desplegaban el canto y la danza populares y se expresaba en diversas formas el anhelo del retorno a la democracia.

En ese período fue golpeado y detenido por Carabineros en varias ocasiones; el local de la Peña fue allanado; se le sometió a seguimientos y a amenazas telefónicas anónimas. El teléfono de su esposa fue intervenido. Ante el domicilio de su hermana, desconocidos lanzaron en la noche del 13 al 14 de octubre, mientras él agonizaba, un perro muerto.

La familia manifestó reiteradamente su opinión en los medios y en actos públicos en el sentido de que el homicidio era un crimen político y denunció las numerosas  incongruencias y errores existentes, a su juicio, en las versiones de Carabineros y en la investigación judicial posterior. Tampoco consideró verosímil la tesis de que el asesinato tuvo un solo hechor, que habría actuado con el objetivo de robar.

El fallo dictado ahora por la Corte de Apelaciones, si bien confirma la condena de Luis Bahamondes Allende como autor único, abre la posibilidad de que una nueva investigación contribuya por fin a aclarar en todos sus aspecto oscuros este caso de crimen político “en democracia”.