Eduardo Moreno es presidente de la asociación de comerciantes triBall. Ha explicado a Madridiario cómo, desde hace dos años, trabaja junto a otros empresarios y propietarios de locales del triángulo que forman las calles Fuencarral, Gran Vía y San Bernardo para que, mediante una solución comercial, se elimine la degradación social que sufre esa zona. Según explica, le gustaría que los ciudadanos olvidasen el concepto de este triángulo como una especie de 'Bronx' de Madrid. Para ello, lidera una iniciativa privada que pide un poco más de ayuda de la administración.
Triball comenzó con la I Milla Internacional de atletismo, ¿en cuánto tiempo estima que estará plenamente implantado en el Triángulo de Ballesta?
Su puesta de largo se hizo con la Milla en octubre de 2007 y, a partir de se han ido realizando diferentes acciones para ir recuperando el barrio a través del comercio. Aquí convivía el comercio de toda la vida, que todos queremos que se mantenga, con la concentración de locales de alterne que existía. Ahora mismo, tenemos compromisos con diez firmas que quieren trasladar aquí su propuesta. Están acondicionando los locales y cuando concluya este proceso, en junio, más o menos, comenzará el efecto llamada. El objetivo es crear ganchos para que ocurran cosas positivas dentro del barrio. Mientras tanto hacemos un uso creativo de los locales.
¿Quién es la propietaria de los locales?
La asociación de comerciantes engloba a 130 empresarios con locales cerrados o abiertos. Lo que se hace es una gestión una en la que se pone de manifiesto un esfuerzo por recuperar el barrio. Lo que se trata es de dar un mismo tratamiento a todos los locales. Coordinar un precio atractivo y viable para alquilar esos emplazamientos, un aspecto urbano adecuado y una garantía de seguridad en la zona. El que tiene un local en Preciados o Fuencarral puede cobrar mucho. Nosotros tenemos que ser realistas y pensar que, aunque el barrio tiene potencial, actualmente, no podemos exigir precios disparados por la situación social que ha vivido el vecindario hasta hace muy poco.
¿Y cuál es esa oferta de alquiler?
Unos 20 ó 30 euros el metro cuadrado de alquiler frente a los 150 ó 200 que te piden en Fuencarral o Gran Vía. De lo que se trata es de recuperar el barrio, sanearlo y darle una funcionalidad a un plazo razonable. Si estas medidas económicas se unifican con otras sociales, el barrio se regenera. Se consigue que un barrio que estaba enfermo y que ahora está en postoperatorio con los tubos aún conectados, se recupere completamente para los ciudadanos. Pero no se puede abandonar a la mitad el proyecto.
¿Puede adelantar algún local que se vaya a unir dentro de poco a Triball?
Muchos propietarios que quieren dar una calidad al aspecto de su local o del entorno. De todas formas, no estamos en contra de que haya locales de alterne, salas X o sex-shops en el vecindario. Lo que no puede ser es que haya una concentración en cuatro calles que convierta el barrio en un parque temático. Los locales de la industria del sexo, si están concentrados, crean los problemas que provocan que haya un barrio conflictivo. Conllevan trapicheos de droga, peleas, criminalidad, etcétera. Si existe esta situación tienes dos opciones: o cambias el barrio entero o se tiene que ir la gente.
Quedan dos clubes de alterne abiertos ¿Han negociado algo con ustedes?
Hablamos en su momento con uno de los empresarios para proponerle la idea, pero dijeron claramente que no le interesaba. Supongo que es una cuestión de tiempo. Cuando el barrio se estabilice, a lo mejor ven que no les compensa o a lo mejor se establece con esos negocios el equilibrio sin perseguir a nadie.
¿Cuáles son los factores que permiten que el comercio pueda rehabilitar un barrio?
Porque creemos que la revitalización de un barrio empieza por el comercio. La Corredera Baja de San Pablo era uno de los ejes comerciales más importantes antes de la construcción de la Gran Vía. De hecho, el tejido comercial de la zona es un entramado de bajos comerciales, y eso es lo que queremos recuperar: tiendas normales que traigan un tráfico de gente normal que acabe con lo malo que tiene un barrio.
¿Tiene que poner la sociedad soluciones a las redes de prostitución cuando las administraciones no solucionan el problema?
Eso hay que preguntárselo a la administración, que tiene mucho que decir. No puede quedar todo en manos de la iniciativa privada. El Ayuntamiento está trabajando, lentamente, pero tiene que hacer mucho más. Han aprobado un Área de Rehabilitación Integral que va a mejorar la escena urbana, pero hay que hacer mucho más. Lo que reclamamos es que haga lo que le reclama cualquier ciudadano: mayor seguridad, iluminación, limpieza. Que no tenga que apartar a un tipo que se esté pinchando en el portal de mi casa, por ejemplo. Los vecinos piden que el Ayuntamiento se implique en este momento, que es el momento, y vaya de la mano de la iniciativa privada para conseguir recuperar el barrio.
¿Cómo trabajan con el Ayuntamiento de Madrid?
Han puesto las cámaras, van a peatonalizar calles y arreglar viales. Es el momento de trabajar en ello. Dentro de la Junta municipal de Centro se escuchan nuestras peticiones, dan respuesta a nuestras inquietudes y colaboran, pero el Ayuntamiento tiene muchas áreas más con las que colaborar.
¿Reciben subvenciones?
Cero, aunque les gusta mucho el proyecto. El Área de Economía podría aprobar ayudas especiales, dentro de la estricta legalidad, para ayudar a los comercios que abogan por recuperar zonas deprimidas. Es otra manera de dar servicio a la ciudadanía que tiene derecho a disfrutar de la ciudad. Se puede subvencionar la cartelería, el escaparate, la estética, etcétera.
Una de las apuestas que defienden con mayor firmeza es la cultura. ¿Qué actividades tienen preparadas?
Estrenamos esta semana la 'Okupación creativa' en la que diseñadores pueden mostrar sus propuestas en los antiguos locales de alterne. De esta manera, les damos espacio para mostrar su trabajo. Se ha hecho un acondicionamiento muy cuidado de su producto. Van a exponer Carlos Díez, Casita de Wendy y otros muchos. Cada uno en su local es multidisciplinar y muestra su proyecto. También se realiza hasta el 20 de abril un mercado intercultural. Y del 25 al 27 de abril se desarrollará un mercado medieval en la plaza de Luna. Apostar por la vida de barrio.
¿Cómo ayudan estas iniciativas a la revitalización?
En conjunto, estas actividades dinamizan el barrio y rompen esa barrera ficticia entre Gran Vía, Fuencarral y el Triángulo de Ballesta. Se está transformando la degradación gracias al comercio. Queda poco de lo que había y cada vez va a haber menos.
También hablan de medidas medioambientales en pleno centro de Madrid ¿En qué consiste un barrio ecoeficiente?
La sostenibilidad está de moda pero hay que creer en ello. Hemos elaborado un manual de buenas prácticas medioambientales. Es un anexo inseparable de todos los contratos que firmamos. No sólo se firma un alquiler sino un compromiso con estas buenas prácticas que se reflejan en medidas muy sencillas. Por ejemplo, la iluminación del escaparate se puede hacer con luminarias de bajo consumo, la madera de la decoración interior puede proceder de empresas de tala controlada de bosques...
Según explican en su página web tienen "servicios de seguridad propios en la zona, con vigilantes físicos en los accesos estratégicos, sistemas antipánico y de videovigilancia (en locales), conectados a Central de Seguridad y al sistema de vigilancia propio del barrio"...
El Ayuntamiento tiene cámaras de seguridad y vigila la zona. Nosotros lo que hacemos es tratar de conseguir que las medidas normales de seguridad privada de cualquier comercio sean más ventajosas al ser una unión de muchos comercios. El sistema de vigilancia sería tienda por tienda. Sin embargo, la seguridad privada con vigilantes no era posible porque no puede contratar guardias jurados que patrullen por la calle, eso queda en manos de la policía municipal.
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