El estado (algo caótico) de la oposición
Almuerzo a cuatro en una importante institución madrileña, que preside una figura ‘esperancista’. Buen talante, persona aceptada por todos en el PP, de reconocida valía técnica. Pero hay críticas en estos despachos a
Mariano Rajoy y, sobre todo, a ‘los sorayos’. Hay que reconocerle a
Federico Jiménez Losantos que ha sabido introducir la cuña, que va destrozando la madera. Y
Soraya yendo a la cueva de los leones a que se la coman (
“claro que yo siempre le leo, Don Federico”). La situación en el PP, ahora, es pésima. Excepto, claro, en Valencia, donde este
Criti.com estuvo ayer, y pudo hablar con gentes como el vicepresidente de la Generalitat,
Vicente Rambla, entre otros. Zapatero, con su trasvase en Cataluña, ha abierto un filón a
Francisco Camps, que se puede lanzar por la senda de la promesas incumplidas de
ZP -“mientras yo sea presidente, no habrá trasvases”-, puede andar por el camino de la insolidaridad interterritorial, incluso puede barajar el recurso inconstitucional, porque no todos los españoles están siendo tratados de igual forma por la ley.
Así que el Consejo de Ministros del viernes puede abrir una brecha importante. Pero, mientras Valencia y Murcia planean unir sus fuerzas para afrontar juntas la ‘guerra del agua’, en Génova, sede del PP, nada. Un tal
Ayllón, en el grupo parlamentario, hace declaraciones melifluas. Rajoy sigue con su ‘tournée’, tratando de fortalecerse dentro del partido, Soraya pide calma y los demás, cada cual a su bola. Lo dice la alta institución madrileña, “si yo fuese Esperanza me presentaría en el congreso de junio, aunque fuese para perder”.
En Génova no quieren saber nada de los papeles que manejan los antiguos y que pueden poner en más aprietos al gobierno en sus polémicas decisiones (no se pierda la historia que hoy contamos en este periódico: ¿quién copió a quién en la última medida sobre trasvases?). No hay coordinación, hay desaliento. Rajoy tiene que dar un giro, un puñetazo sobre la mesa, sacar energía y tiempo de donde no los hay.
Este Criti.com salió algo desalentado del almuerzo, porque, ya digo, un país tiene que tener gobierno y oposición. Hoy, la oposición, archifragmentada, anárquica, está en los medios de comunicación. En algunos medios de comunicación, en los que el gobierno -¿han visto la maniobra en el nombramiento de la secretaria de Estado de comunicación? Y ¿por qué llamarán ya ‘el coronel’ a
Miguel Barroso?- entra a saco. Hacen lo que quieren, aunque, a veces, gente de altura moral -caso
Olga Viza- diga que no quiere estar en esta
‘melee’ ¿O era
‘merdé?
Continuará.