El bailaor flamenco “Farruquito” ingresa en prisión

El ingreso del bailaor se produjo en el último de los días habilitados para que lo hiciera de modo voluntario, de modo que, según fuentes cercanas al caso, podría disfrutar de un permiso navideño para pasar las próximas fiestas junto a su familia.

“Farruquito” llegó al aparcamiento de la prisión a bordo de un coche de gran cilindrada poco después de las cinco de la tarde, secundado por otros dos automóviles ocupados por varios familiares.

El bailaor, ataviado con ropa deportiva y gafas de sol, se dirigió a la sala de visitas del centro penitenciario escoltado por una docena de familiares, que lo acompañaron hasta su entrada en el recinto, uno de ellos su hermano Antonio Fernández Montoya “Farruco”, quien meses después del mortal atropello se autoinculpó como autor del mismo.

“Farruco”, que entonces tenía sólo 16 años, esperaba por esa circunstancia de menor de edad librarse de la pena de cárcel que finalmente recayó en “Farruquito” amparándose en la Ley del Menor.

“Farruquito”, que entró en el centro penitenciario con dos bolsas que había sacado del maletero de su automóvil, ha pasado su primera noche en la cárcel en el módulo de “ingresos”.

Fuentes penitenciarias informaron de que el bailaor fue sometido a un cacheo físico, al igual que su equipaje, y se le preguntó si le hacía falta algún artículo de primera necesidad durante su estancia en prisión, después de habérsele entregado una bolsa con material higiénico.

El ingreso en prisión del bailaor se ha producido cuatro meses después de que la Audiencia Provincial de Sevilla incrementara hasta los tres años la pena inicial impuesta por el Juzgado Penal de 18 meses, condena que hubiese librado al artista de la cárcel.

Este endurecimiento se debió a que la Audiencia Provincial, después de revisar el fallo, mantuvo para “Farruquito” la autoría de los delitos de homicidio por imprudencia y omisión del deber de socorro, incluidos en la primera sentencia, a los que añadió la condena como autor, por inducción, de un delito de simulación de delito (el intento de hacer pasar a su hermano “Farruco” como culpable), lo que le acarreó además una multa de 36.500 euros.

“Farruquito”, fue declarado culpable después de atropellar con un coche de gran cilindrada a Benjamín Olalla, quien caminaba por un paso de cebra a la salida del polideportivo municipal San Pablo, en esta ciudad.

El bailaor, que carecía de permiso de conducir, se saltó un semáforo en rojo a una velocidad calculada en 86 kilómetros por hora, muy superior a los 40 reglamentarios de la zona, por lo que el impacto a tal velocidad supuso la muerte a la víctima.