Siete de cada diez latinoamericanos está en desacuerdo con que personas no nacionales, pobres o de distinta raza vivan a su país, reveló hoy la encuesta "Oportunidades de Integración Regional" realizada en 18 países del continente en 2007.
El sondeo, una iniciativa de la Corporación Andina de Fomento (CAF) y la organización Latinobarómetro, fue presentado hoy en Lima por el presidente ejecutivo de la CAF, Enrique García, y autoridades peruanas.
Al abordarse el tema de la actitud hacia los inmigrantes, el estudio encontró que sólo un 24 por ciento está de acuerdo con que se permita que extranjeros de la misma raza o grupo étnico que los nacionales llegue a vivir a su país.
Un 15 por ciento está de acuerdo con recibir a gente de países más pobres y un 14 por ciento con los extranjeros de distinta raza o grupo étnico que los nacionales.
Los países más abiertos a la llegada de extranjeros de la misma raza o grupo étnico son Uruguay (41 por ciento) y Nicaragua (39 por ciento), mientras que Costa Rica es el más cerrado a esa posibilidad (9 por ciento).
Por su parte, entre las naciones más abiertas a la llegada de ciudadanos de países más pobres vuelve a aparecer Uruguay (27 por ciento), seguido de México y Nicaragua (ambos con 22 por ciento).
Los más cerrados en este tema son Ecuador (4 por ciento) y Paraguay (7 por ciento).
Sobre la posibilidad de que extranjeros de diferente raza lleguen a vivir a su país, los más receptivos son Uruguay (30 por ciento), Argentina, Colombia y Nicaragua (20 por ciento).
Mientras que los más cerrados son Ecuador (3 por ciento) y Paraguay (7 por ciento).
El estudio afirmó que "América Latina no parece darles mayoritariamente la bienvenida a los inmigrantes".
"Esto contradice de corazón la imagen de una región cálida y acogedora, y muestra el lado oscuro de nuestra cultura", precisó.
En otros temas consultados, el 80 por ciento de los ciudadanos de América Latina expresaron mucha preocupación por los cortes de energía que puede enfrentar el país en que viven.
Esto se disgrega desde un 93 por ciento en Nicaragua, 91 por ciento en Colombia y 89 por ciento en Argentina y Honduras, hasta un 68 por ciento en Uruguay y 64 por ciento en Guatemala.
Los países más satisfechos con la gestión energética de sus gobiernos son Ecuador, con 61 por ciento; Uruguay, con 57 por ciento; Venezuela y Bolivia, con 56 por ciento; mientras que los más descontentos son Guatemala, con 24 por ciento; Panamá, con 18 por ciento, y Paraguay, con 15 por ciento.
La encuesta señaló que "a pesar de los altos grados de preocupación por posibles cortes generalizados de energía, sólo un 55 por ciento de los ciudadanos de la región señalaban que la manera más eficiente de resolverlo era por todos los países en su conjunto, mientras el 28 por ciento decía que había que buscar soluciones individuales".
El Latinobarómetro lanzó una afirmación lapidaria entre sus conclusiones: "América Latina está lejos de la integración si se mira estos datos porque sus ciudadanos no aceptan consensuadamente ni siquiera lo que los puede favorecer".
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