Calurosa recepción a Benedicto XVI de católicos neoyorquinos y de autoridades y personal de Naciones Unidas

El papa Benedicto XVI recibió hoy una calurosa bienvenida de los católicos neoyorquinos, así como del personal que trabaja en Naciones Unidas, donde pronunció un discurso que apeló al deber de la institución a intervenir ante las crisis humanitarias y proteger a la población.

Cientos de católicos, que se situaron cerca de la fortaleza en la que quedó convertido hoy el edificio de Naciones Unidas, cantaron y tocaron guitarras para recibir al Papa en su primer viaje a la Gran Manzana.

Otros desplegaron pancartas con leyendas como ¡Bienvenido Benedicto XVI!, escritas en inglés y en alemán, y otras que decían “Todos con Benedicto” y “Tú eres Pedro y sobre ti se ha construido la Iglesia”.

En ese ambiente festivo, Joseph Ratzinger entró en la sede de la ONU, donde fue recibido por el secretario general de la organización, Ban Ki-moon, y el presidente de turno de la Asamblea General, el macedonio Srgjan Kerin, junto a sus esposas, y numerosos funcionarios.

El Papa firmó en el libro de visitantes ilustres, y luego se reunió con Ban en su despacho, un lugar apenas conocido por las visitas y desde el que se ve el río East pero que en ésta, “por ser una ocasión especial”, se abrió para las cámaras de televisión.

Allí se intercambiaron los regalos protocolarios. El Papa entregó a Ban un aguafuerte que representa la nueva planta de Ciudad del Vaticano realizado por Pier Luigi Isola, del que sólo hay 50 copias, y el secretario general le obsequió con un sello conmemorativo de la ocasión dentro de una caja de madera elaborada por los carpinteros de la ONU.

Tras su intervención ante los embajadores y diplomáticos de los 192 países miembros que se sientan en la Asamblea General, Benedicto XVI saludó a los altos cargos de la organización, entre ellos la responsable del departamento de administración y gestión, la mexicana Alicia Bárdenas, a quien por las cámaras se pudo ver cómo pedía la bendición al Papa, que, sonriente, se la dio.

Con gesto tímido, pero emocionado, el pontífice recibió un ramo de flores de dos niños y luego, cuando un coro infantil le cantó en alemán la canción “¿Puedes contar las estrellas?”, siguió su letra con los pequeños.

El Papa quiso presentar también sus respetos a las víctimas del atentado del 19 de agosto de 2003 contra la oficina de la ONU en Bagdad, por lo que se paró y tocó la bandera azul y blanca de Naciones Unidas que aquél día ondeaba en la sede diplomática y que ahora está en los cuarteles generales de la organización.

El Obispo de Roma se paró también unos momentos para rezar en la sala de meditación de la ONU, y después abandonó el edificio entre gritos de los funcionarios, algunos en español, de ¡Viva el Papa!

Benedicto XVI, que llegó a Estados Unidos el 15 de abril, en la víspera de su 81 cumpleaños, estará en la Gran Manzana hasta el domingo, una visita que es ampliamente seguida por los medios de comunicación estadounidenses.

Además de llevar toda la semana siendo primera página de todo tipo de diarios, en inglés y en español, y desde los más serios a la prensa amarilla, las cadenas de radio y televisiones han dedicado muchas horas de su programación para dar a conocer la figura del Papa y acercarla a los estadounidenses.

En EEUU hay 67 millones de católicos, lo que le coloca como el tercer país del mundo con más fieles, después de Brasil y México, y es uno de los pocos donde los creyentes de esa confesión van en aumento, pese a la herida abierta en la sociedad por el escándalo de los curas pederastas.

Por los medios de comunicación, muchos estadounidenses han conocido más la figura de Ratzinger, y así han sabido que al Papa le gusta más la Fanta de naranja que el vino y que su plato preferido es uno de la cocina bávara que consiste en raviolis de patata y sopa de panqueques.

Además, se ha sabido que el Papa, que mañana celebrará sus tres primeros años al frente de la Iglesia católica, tiene dos gatos, llamados "Chico y Joseph", y un perro, "Igor", que no viven en sus apartamentos del Vaticano porque allí no se permiten mascotas, o que su música preferida es la de Mozart.

Tras el almuerzo en la residencia del nuncio ante la ONU, Celestino Migliori, el pontífice acudirá a la parroquia de St.Joseph y a una sinagoga, en pleno centro de Manhattan, el sábado, oficiará una misa en la catedral de San Patricio y visitará a niños minusválidos en el seminario de St.Joseph, en Yonkers.

Allí, Kelly Clarkson, una de las ganadoras del reality “American idol”, la versión estadounidense de “Operación Triunfo”, le cantará el “Ave María”, y el domingo, antes de volver al Vaticano, visitará la “zona cero” oficiando en el lugar una misa en el estadio de los Yankees, con capacidad para más de 57.000 personas.