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Los cambios en los segundos escalones

Velázquez, un gestor para un Ministerio muy comprometido

Velázquez, un gestor para un Ministerio muy comprometido

sábado 19 de abril de 2008, 11:39h
El hasta ahora director general de Protección Civil y Emergencias, Francisco Javier Velázquez, ha sido nombrado director general de la Policía y de la Guardia Civil en sustitución de Joan Mesquida. Un nombramiento que ha sido muy aplaudido en diferentes sectores, dada la trayectoria de Velázquez.
Francisco Javier Velásquez nació en 1951 en Castilblanco de los Arroyos (Sevilla). Es Licenciado en Ciencias Políticas y Económicas y funcionario del Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. Casado y con dos hijos, todos han podido corroborar cómo el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y Velázquez son algo más que jefe y subordinado: en la presentación ayer, viernes, de la nueva Sala Nacional de Emergencias, acto al que también asistió el secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, y el cesante Joan Mesquida, Rubalcaba se refirió a Velázquez en varias ocasiones como” Paco”, mientras éste tuteba con naturalidad al ministro. Es evidente la buena sintonía, un aspecto que refleja que el cambio será a bien para Interior.

Socialista de toda la vida y luchador antifranquista, Francisco Javier Velázquez tuvo que exiliarse en Portugal hasta la muerte del dictador. Militó en el antiguo Partido Socialista Popular (PSP) de Enrique Tierno Galván, pasando al PSOE con el conjunto del PSP cuando esta formación decidió desaparecer como fuerza diferenciada e integrarse en el partido que entonces dirigía Felipe González. Es profesor Asociado del Área de Ciencia Política y de la Administración de la Universidad Carlos III de Madrid y ha sido vocal asesor en el Instituto Nacional de Administraciones Públicas.

Su currículum político es muy extenso, ocupando cargos de responsabilidad en gobiernos del PSOE e, incluso, del PP. Ha sido director del Gabinete del Secretario de Estado para la Administración Pública (1982-1985); secretario general del Consejo Superior de la Función Pública del Ministerio para Administraciones Públicas (1985-1987); director general de Cooperación Territorial del Ministerio para Administraciones Públicas (nombrado en 1987), y delegado del Gobierno en las Sociedades Concesionarias de Autopistas Nacionales de Peaje del Ministerio de Obras Públicas.

Entre 1991 y 1996 desempeñó el cargo de director general de Servicios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, y a partir de 1996 fue subdirector general Adjunto de Selección de Recursos Humanos de la Dirección General de la Función Pública del Ministerio de Administraciones Públicas.

Ya con el primer Gobierno de Zapatero, el 21 de abril de 2004 Velázquez  fue nombrado secretario general para la Administración Pública del Ministerio de Administraciones Públicas, cargo en el que cesó para ocupar la dirección general de Protección Civil y Emergencias.

Pocos cambios en Interior

La formación del nuevo Gobierno apenas ha afectado a Interior, salvo la sustitución de Mesquida al frente del mando único de Policía y Guardia Civil por Velázquez. El ministro del ramo, Pérez Rubalcaba, ha confirmado de hecho a los dos directores adjuntos operativos, el comisario Miguel Ángel Fernández Chico en el caso de la Policía y el general de la Guardia Civil José Manuel García Varela.

Es obvio que para esta etapa que se inicia Rubalcaba ha elegido a un gestor, pero también a un hombre de su máxima confianza para dirigir un ‘ejército’ de más de 130.000 hombres; unos cuerpos policiales que a partir de ahora se van a volver muy reivindicativos en cuanto a salarios y condiciones laborales. De hecho, los sindicatos policiales están planteando medidas de presión similares a la de los funcionarios de juzgados para equiparación de sueldos con policías autonómicas. Parece que para esta ‘pelea’ interna que se avecina, Rubalcaba ha querido contar con la ‘mano izquierda’ de la que ya ha hecho gala Velázquez.

Rubalcaba afronta así una doble necesidad: una persona dialogante para frenar el malestar policial y en la Guardia Civil –en la que, por cierto, deberán celebrarse elecciones al Consejo en este año- y acabar con los continuos roces entre Secretaría de Estado y mando único que han existido con Camacho y Mesquida. Todo parece indicar, no obstante, que el peso de la lucha antiterrorista quedará en manos de Camacho.
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