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Otro Velázquez

Depositado por el Prado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla

Depositado por el Prado en el Museo de Bellas Artes de Sevilla

miércoles 17 de enero de 2007, 17:06h
El Museo de Bellas Artes de Sevilla acoge desde ahora un segundo cuadro de Diego Velázquez, “Cabeza de apóstol”, adquirido por el Ministerio de Cultura para su adscripción al Museo del Prado y depositado en la pinacoteca sevillana.

La ministra Carmen Calvo ha sido la encargada de presentar esta obra a los medios de comunicación, en un acto que ha contado con la presencia de la consejera de Cultura, Rosa Torres.

Este óleo sobre lienzo de pequeñas dimensiones (0,38 por 0,39 centímetros), se trata casi con toda seguridad de un fragmento de una composición más grande, probablemente parte de un apostolado.

El historiador del Arte y director honorario del Museo del Prado, Alfonso Pérez Sánchez, señala que esta pieza tiene una evidente relación con el San Pablo del Museo Nacional de Arte de Cataluña, y "aunque invertida la dirección de la mirada, tiene la misma calidad en las arrugas de la frente, las mismas barbas que fluyen y los mismos toques de luz que lo dotan de una corporeidad y de una majestad inolvidables".

Pérez Sánchez escribe también en el catálogo de la exposición “De Herrera a Velázquez”, donde el público pudo ya conocer esta obra, que es imposible saber de qué apóstol se trata, "pero la penetrante mirada y el tono melancólico" de su expresión convienen más a un filósofo.

Se ignora todo lo referente a la procedencia de este fragmento, pero desde 1914 figura con atribución a Velázquez en la colección del marqués de Casa Torres, en cuya familia ha permanecido hasta su reciente adquisición por el Estado.

Años de juventud en Sevilla

Velázquez nació en Sevilla en 1599 y su primera formación artística está por entero vinculada a esta ciudad.

Será aquí donde a través de las enseñanzas de su maestro, el pintor manierista Francisco Pacheco, se forme su primer estilo marcado por la preferencia por el naturalismo y por los fuertes contrastes de luz que dieron lugar a obras tenebristas de gran realismo periodo de su vida al que pertenece la obra “Cabeza de apóstol”.

En Sevilla trabaja Velázquez pocos años, conservándose pocas obras de este periodo, entre las que destacan algunas religiosas como “Adoración de los Magos” (Museo del Prado), retratos como el de la Venerable Madre Jerónima de la Fuente (Museo del Prado/colección privada) y otras de tema profano como el “Aguador” (Wellintong Museum Londres) y la “Vieja friendo huevos” (Galería Nacional de Edimburgo).

Pocos años después Velázquez se marcha a Madrid, donde se convertirá en el pintor del rey Felipe IV.

Su llegada a la corte producirá un progresivo cambio en su pintura gracias al conocimiento directo de las grandes obras de la colección real y al impacto que dentro de ella le produce la pintura veneciana.

El colorido de las obras venecianas, sus luminosos paisajes y la pincelada suelta de artistas como Tintoreto, Veronés y sobre todo Tiziano aparece progresivamente en sus lienzos.

En la actualidad se conservan en Sevilla dos obras de Diego Velázquez: “La imposición de la Casulla a San Ildefonso”, propiedad del Ayuntamiento y expuesta en el Alcázar, y el retrato de don Cristóbal Suárez de Ribera, única obra del pintor que se expone en el Museo de Bellas Artes de Sevilla.

Ambas obras pertenecen a la etapa sevillana de Velázquez como “La cabeza de apóstol”.

La inclusión en la colección del museo de esta nueva obra viene a reforzar la presencia de Velázquez en su discurso expositivo, en el que la escuela barroca sevillana ocupa el lugar principal.

 

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