La Casa de la Moneda alberga la muestra 'Antología y Motivos del 2 de Mayo'

La exposición, patrocinada también por la Fundación Atlántico, está diseñada con un marcado carácter didáctico y dirigida a todos los públicos y tiene además vocación itinerante, por lo que recorrerá aquellas plazas y ciudades que fueron significativas en aquellos días tan señalados.

Jesús Soler consideró que, sobre la Guerra de la Independencia, se pueden escribir cientos de libros y pintar miles de cuadros y, partiendo de esta premisa, al recibir el encargo de la Fundación Móstoles 1808-2008, consideró oportuno dirigir la exposición conmemorativa del Bicentenario del Dos de Mayo a los acontecimientos que tienen lugar desde el intento de institucionalización de un nuevo régimen mediante una nueva constitución (Bayona, primeros días de mayo de 1808) hasta la batalla de Bailen (segunda quincena de julio).

"La intención de Jesús Soler es mostrar a lo largo de esta exposición un especial interés por los hechos protagonizados por la resistencia popular, apoyada y alentada por el clero en muchos de los alzamientos", destacaron las mismas fuentes, que añadieron que tras el fracaso del ejercito regular en la defensa del camino de Madrid -batalla de Medina de Rioseco (Valladolid)- este triunfó, con la "esencial colaboración" del pueblo español, en el corte de otras iniciativas francesas y, sobre todo, "derrotó frontalmente a Napoleón por mar en la encerrona de Cádiz y por tierra en la trascendente batalla de Bailén".

Ocaso irreversible
Al terminar el verano de 1808, Napoleón había sufrido en la Península Ibérica una doble derrota: militar y política, la primera del Imperio "y el signo de su ocaso irreversible". La finalidad última que persigue Soler con este proyecto es que tanto el libro como la exposición de las obras tengan un marcado carácter didáctico para todos los públicos, a la vez que lograr una nueva y actual expresión artística de los acontecimientos del Dos de Mayo, de los diferentes alzamientos y de sus protagonistas.

Jesús Miguel Soler Rodríguez nació en Huesca en 1955, cultivó "la audacia y la pasión" en su personal forma de pintar, "repleta de dramatismo y vigor, buscando desesperadamente un mundo más humano con la firme esperanza de seguir luchando por acabar con las injusticias". Entre otros méritos, Soler tiene el Premio Nacional de las Artes Alfonso IV, es miembro de la Academia de Artes y Letras de Portugal, del Instituto Preste Joao de Etiopía, de la Academia Portuguesa Ex-Libris y Doctor Honoris Causa de Bellas Artes por la Universidad de Sao Paulo.