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Hillary espera un milagro tras ganar en Virgina Occidental

miércoles 14 de mayo de 2008, 05:16h

Poco después de conocerse los primeros resultados de las primarias en Virginia Occidental, Hillary Clinton salió a dar su discurso de victoria y dijo a sus seguidores que, aunque algunos ya la traten como la perdedora en la carrera por la nominación demócrata, "la Biblia dice que la fe mueve montañas", y agregó que tras la confianza depositada en ella por los votantes de ese estado está "más determinada que nuna a seguir".

Clinton, que se alzó este martes con una rotunda victoria en las primarias de Virginia Occidental, quiere que este triunfo sirva para que los más agoreros se replanteen el futuro de la campaña electoral demócrata.

"Estoy más decidida que nunca a seguir en esta campaña", dijo Hillary, quien salió al paso de los críticos que insisten en que debe retirarse y aseguró que "esta campaña ha sido buena tanto para el partido Demócrata como para el país".

"Soy la candidata más fuerte y seré la presidenta más fuerte", agregó.

Los estrategas de su campaña, de inmediato, se multiplicaron para exponer la importancia de Virginia Occidental, un estado que junto con Ohio, Pensilvania, Florida o Michigan, ha demostrado su capacidad de hacer la diferencia en las elecciones generales, debido a la tendencia de su población a cambiar su voto.

Así lo expuso, por ejemplo, Howard Wolfson, el director de comunicaciones de la campaña de Clinton, quien reiteró que esta victoria demuestra que la disputa por la candidatura demócrata está lejos de estar terminada.

Sin embargo, la mayoría de los analistas no cree que la victoria en este estado, que enviará 28 delegados a la Convención de Denver en agosto, pueda evitar que su contrincante Barack Obama se haga con la candidatura presidencial.

Las encuestas a pie de urna demostraron este martes que en este estado, que es blanco en un 95%, dos terceras partes de los votantes indicaron que la economía es el asunto más importante en estas elecciones y entre los que dijeron estar "muy preocupados" por la situación económica, más del 70% votó por Hillary.

Igualmente, la senadora por Nueva York se hizo con el 71% del voto de las mujeres de este estado, mientras que Obama solo consiguió el 27% de los sufragios femeninos.

Entre los hombres, la ex primera dama consiguió algo menos del 60% de los votos. El resto se decantó por Obama.

La victoria de Hillary, con el 69% de los votos escrutados, era la noche del martes de 40 puntos, la mayor ventaja que un precandidato le ha sacado a otro en una elección primaria desde que el proceso empezó en enero.

Pero Virginia Occidental tiene solo 28 delegados en juego, que se repartirán de forma proporcional entre ella y su rival Barack Obama y en la práctica no alterarán el panorama poco favorable que se cierne sobre la ex primera dama estadounidense.

De hecho, la distancia con su contendiente por la candidatura presidencial demócrata es ya insuperable en las seis primarias pendientes hasta el 3 de junio.

En este momento, la elite del Partido Demócrata ha comenzado a cerrar filas en torno al senador por Illinois, que ha conseguido el apoyo de 26 "superdelegados" (personalidades del partido y funcionarios electos) en la última semana.

A ese ritmo, Obama podría alcanzar los 2.025 delegados necesarios para lograr la candidatura en tres semanas, cuando estarán ya incluidos los delegados de la última ronda de primarias.

A pesar de estas evidencias matemáticas, Fabiola Rodríguez, directora de comunicación para el mercado hispano de la campaña de Clinton, aseguró este martes a Efe que la aspirante a la Casa Blanca pretende seguir "hasta el final".

La propia Hillary adelantó la semana pasada que continuaría peleando "hasta que haya un candidato" y tras la victoria de este martes, Wolfson opinó que los "superdelegados", quienes al final tendrán la última palabra en la decisión del candidato, deben de replantearse sus apoyos.

Virginia Occidental no es, ni de lejos, un estado importante dentro del mapa político de Estados Unidos, pero entre sus leyendas, aireada hasta la saciedad estos días por la ex primera dama, está el hecho de que ningún demócrata ha llegado a la Casa Blanca desde 1916 sin ganar las primarias de este estado.

Sin embargo, esta no es la primera vez que este estado, más blanco, más pobre y menos educado que la media nacional, ha tenido un papel importante en el proceso electoral de Estados Unidos.

La última vez fue en 1960, cuando John F. Kennedy disputaba arduamente la candidatura demócrata a Lyndon B. Johnson y Hubert Humphrey, y Virginia Occidental, un estado desgajado de Virginia durante la Guerra de Secesión, en el siglo XIX, se planteó como una especie de reválida para el joven y católico senador por Massachusetts.

En aquella ocasión, Kennedy, que como Clinton se volcó a hacer campaña en estas tierras, consiguió ganar en un estado de protestantes, a pesar de ser católico.

Y, como predica Hillary, tras ganar en Virginia Occidental, se hizo con la Casa Blanca.

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