Cantabria se une contra el terrorismo

La concentración silenciosa, que comenzó a las doce del mediodía y se prolongó durante diez minutos, fue secundada por centenares de ciudadanos y representantes de todos los partidos e instituciones, entre ellos, el presidente y la vicepresidenta de Cantabria, Miguel Ángel Revilla y Dolores Gorostiaga; varios consejeros; el delegado del Gobierno en Cantabria, Agustín Ibáñez; el alcalde de Santander, Íñigo de la Serna, y toda la Corporación; así como varios diputados encabezados por el presidente del Parlamento, Miguel Ángel Palacio.

Previamente, el Ayuntamiento de Santander celebró un Pleno extraordinario de condena y "enérgica repulsa" al atentado, en el que el alcalde dio lectura a una declaración institucional unánime de PP, PSOE y PRC en la que se hizo un llamamiento a la unidad de los ciudadanos contra el terrorismo y a que "no se mantengan indiferentes ante la barbarie etarra".

El atentado de este miércoles recuerda a la Corporación "a los más sangrientos cometidos en toda su macabra historia" por la banda de asesinos y "confirma la crueldad y barbarie de los terroristas a los que no les importa sembrar de dolor familias enteras e imponer el terror mediante coches bombas y tiros en la nuca".

Por ello, el Pleno reafirmó su "más profunda y absoluta convicción" en que "es necesario seguir trabajando contra el terror, por los derechos y libertades de las personas, desde la unidad y con firmeza". "Los demócratas tenemos que unirnos hoy más que nunca en nuestra condena a la violencia porque los violentos, los que matan a quienes no piensan igual que ellos, sólo merecen la condena y el desprecio del conjunto de la sociedad".

'Revilla'
Tras la concentración, el presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, declaró a los medios que la banda terrorista está "desesperada", por lo que "el coche bomba indiscriminado va a ser algo bastante habitual a partir de ahora".

"Morir matando es algo consustancial a los desesperados y esta agonía de ETA va a durar todavía", afirmó el presidente, que se hizo eco de las palabras del ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, al considerar que los terroristas "muy probablemente cometan alguna atrocidad todavía".

La "noticia buena" para Revilla es que los partidos políticos "que representan al 90 por ciento de los ciudadanos" están unidos, en relación a la postura de PSOE y PP ayer en el Congreso. "Si estamos unidos sin fisuras, se tardará más o menos, pero ETA está acabada".

El jefe del Ejecutivo afirmó que "no hay ninguna duda de que vamos a acabar con ellos" porque "existen todos los elementos para que el final llegue", aunque no se atrevió a dar fechas. "Unos pocos no pueden contra el clamor de todo un pueblo que está asqueado, contra un aislamiento internacional, y contra un respaldo de todos los partidos de ámbito estatal como no ha habido nunca en torno a la lucha contra el terrorismo", insistió.

Revilla confió en que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, transmitirá al lehendakari, Juan José Ibarretxe, "lo que estamos deseando todos los españoles: que mientras en el País Vasco haya gente que mata y no haya libertad, esa sea la única prioridad del lehendakari, y que no vaya a plantear a Madrid historias ni fantasías ilegales", dijo.

El presidente instó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado a que "detengan a todos los que están con las pistolas en la mano", y a los jueces a que "sigan con los procesos contra los que son la cobertura legal de ETA, que es todo el entramado de Herri Batasuna y ANV: hay que meterlos a todos en la cárcel", subrayó.

"Puesto a soñar", el presidente desearía que los "crímenes de ETA, con premeditación y alevosía, con un componente sanguinario", no tenga "el mismo tratamiento" que otros delitos, por lo que abogó por crear "una legislación específica" consensuada para el terrorismo. En su opinión, "sigue siendo una alarma social que algunos de estos psicópatas estén a los 20 años en la calle".

Al respecto, Revilla se mostró a favor de que los etarras cumplan íntegramente sus condenas, "que es tanto como decir cadena perpetua". "Si siguen matando, acabará siendo un clamor que estos delincuentes paguen en la cárcel por sus fechorías de manera perpetua", auguró.

'Diego se reafirma'

Por su parte, el presidente del Partido Popular de Cantabria, Ignacio Diego, respaldó "al cien por cien" la intervención del presidente del PP, Mariano Rajoy, en el Parlamento. "Si mis palabras hubieran sido pronunciadas en el Parlamento, en el Congreso de los Diputados, hubieran sido exactamente iguales que las de Mariano Rajoy", aseguró.

Diego, que dijo ayer que este atentado le trae a la memoria "cómo hace meses el Gobierno de España negociaba con los terroristas" y que "probablemente alguno de los que han puesto hoy (ayer) la bomba estaba sentado a la mesa en Suiza con los representantes socialistas", recalcó que se pronunció así no en una institución sino en rueda de prensa "donde tengo por costumbre decir la verdad y lo que pienso y siento, y lo dije claramente".

Por ello, insistió en que lo "fundamental" es la "unidad de todos los demócratas, como hizo ayer Rajoy", y reiteró que respalda "al mil por cien" las palabras del dirigente nacional, si bien subrayó que él "fuera de una institución" dirá siempre lo mismo: "que quien rompió la unidad en la lucha contra el terrorismo y se apartó del Pacto por las Libertades fue Zapatero y su Gobierno socialista".

Por contra, afirmó que el PP "siempre ha estado en el mismo lugar, como estuvo ayer Rajoy, con la mano tendida a favor de que todos estemos juntos frente al terrorismo pero con ideas claras y nunca haciendo concesiones".

El presidente 'popular' manifestó que en sus declaraciones recordó "algo que no pueden olvidar" como son "los errores cometidos por el Gobierno Zapatero, que han llevado de aquellos polvos a estos lodos". Errores, dijo, de "hacer concesiones como permitir que entre ANV en las instituciones; como haber mentido diciendo el día del asesinato en Barajas que se habían roto las negociaciones. ¿Por qué tengo que callar todo esto?", preguntó. Al respecto, consideró que "olvidar a las más de mil víctimas de ETA es una barbaridad" y advirtió que "olvidar los errores cometidos puede llevar a volver a cometerlos".

Para Diego, la unidad son "los hechos, no las palabras", y la unidad, junto a "las ideas claras y la lucha decidida y firme contra el terrorismo" es "imprescindible" para vencer a ETA. En este objetivo, es el Gobierno, "que cometió el error de romper la unidad y coger un camino equivocado", quien "tiene que reconducir ese camino y no los demás, que hemos estado siempre en el mismo sitio y con la mano tendida a la negociación con los demócratas".

'Una lección del Congreso'
Mientras, el presidente del Parlamento de Cantabria, Miguel Ángel Palacio, subrayó que "la barbarie del terrorismo es incompatible con la democracia" y remarcó que no existe "ningún futuro a través de las armas" pero sí "todo el futuro a favor de la democracia" y de la solución de los problemas "a través de la palabra en las instituciones democráticas".

El presidente de la Cámara abogó porque los partidos políticos cántabros busquen la unidad "por encima de todo" pues ésta es "uno de los instrumentos más valiosos para luchar contra el terrorismo". En su opinión, ayer en el Congreso "nos han dado una lección de unidad a todos, que deben aprender los partidos de Cantabria".