En mayo,el IPC se situó en el 4,6% mientras que la llamada inflación subyacente, la que determinan los precios de los componentes estructurales, se encuentra en el 3,3%. Esta última circunstancia permite cierto optimismo al considerar que la descomunal subida de precios que estamos viviendo tiene cierto carácter coyuntural. Nada mas lejos de la realidad. Productos y servicios básicos han subido por encima de los dos dígitos llegando, incluso en algunos casos, a incrementos superiores al 30%.