La presidenta de Argentina, Cristina Fernández, logró hoy un fuerte respaldo ciudadano en medio del conflicto que protagoniza con los productores agrícolas, al recibir el apoyo de 100 mil personas que colmaron la Plaza de Mayo.
Fernández habló por segundo día consecutivo en cadena nacional en medio del clima de crispación que existe en Argentina por el conflicto que el gobierno y el campo comenzaron el 3 de marzo pasado a raíz de los aumentos a los impuestos a las exportaciones de granos.
Tal y como había ocurrido el pasado 1 de abril, el gobierno mostró su fuerza política al conseguir que más de 100 mil personas acudieran a la histórica Plaza de Mayo, en el centro de Buenos Aires, para apoyar a la presidenta Fernández.
El gobierno, de esta forma, intentó contrarrestar los multitudinarios cacerolazos que se registraron el pasado lunes en contra de Fernández en las principales ciudades del país.
Ante empleados sindicalizados que tuvieron el día libre, organizaciones sociales como las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y ciudadanos que se autoconvocaron, la presidenta exigió el cese de bloqueo de rutas.
"Tenemos que construir más democracia e instituciones, que (los líderes agrarios) no tengan miedos ni dudas al ejercer su representación sectorial, porque si realmente son representativos, no va a ser necesario cortar las rutas", afirmó la jefa de Estado.
Fernández agregó que quiere "tender la mano (a los líderes) y llamarlos a la reflexión, no en nombre del gobierno o de esta plaza sino de millones de argentinos a los que todavía les falta seguridad, pan, paz y trabajo".
Convocó también, en defensa de las instituciones, a que quienes crean que pueden gobernar mejor que ella se constituyan democráticamente en un partido político y participen en las próximas elecciones para someter al voto sus propios proyectos.
"Así se construye calidad institucional, así se construye democracia, así se defiende la Constitución y así se hace honor a la bandera y a la historia", afirmó Fernández.
El bloqueo de las carreteras ha sido uno de los problemas más graves de los sucesivos paros que han realizado las organizaciones agropecuarias, ya que ha provocado el desabastecimiento y desperdicio de alimentos básicos como la leche.
La víspera, en un esfuerzo más por terminar con el conflicto, la presidenta Fernández anunció que el alza de impuestos a la exportación de granos que su gobierno decretó en marzo será sometida a la aprobación del Congreso.
Aunque trató de utilizar un tono conciliador, Fernández también aprovechó para criticar a los dirigentes de las organizaciones rurales porque "son cuatro personas a las que nadie votó y son las que deciden quiénes circulan y quiénes no por las rutas".
Además, en referencia a las protestas que hubo el lunes pasado, Fernández advirtió que "las cosas no se arreglan con bocinas y cacerolas" por lo cual reiteró su petición para que los productores "liberen las rutas y dejen que los argentinos produzcan".
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