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Ángel Pérez: "El Ayuntamiento ha dimitido de su función pública"

miércoles 16 de julio de 2008, 00:35h
El portavoz del grupo municipal Izquierda Unida de la capital, Ángel Pérez (Madrid, 1954), recibió a Madridiario para explicar sus impresiones sobre el primer curso del Ayuntamiento durante esta legislatura.

Haga un balance del primer año de legislatura
Hay cosas que funcionan y otras que no funcionan. Principalmente, pienso que no funciona el modelo de Gobierno del Partido Popular, muy dogmático y basado en una ideología que tiene que ver con la ciudad como un continente de prestigio y poco con la vida real de la gente. Por eso, lo que notamos es que se incrementa la dualidad social de la ciudad. Por un lado, el Madrid bonito, de las grandes operaciones, de los proyectos de grandes arquitectos. Y, por otro, las miserias de ese otro Madrid transversal, que está en el centro y que está en la periferia. Por eso hablamos de una M-30 social. Porque hay una ciudad en la que faltan los equipamientos sociales, en la que hay una calidad de vida deteriorada y falta cohesión social. Donde hay gente en situación precaria y vulnerable ante una situación económica que se deteriora por días. En resumen, hay un Madrid dual y un Gobierno que no lo quiere ver.
 
¿Cuáles son los principales déficit de la ciudad?
Los propios de una capital de un Estado casi moderno como España. Decía en el debate que existe un déficit social que tiene que ver con la desproporción de posibilidades reales de oferta que tiene esta sociedad y las posibilidades reales de demanda de la gente. Es el concepto de poner la nariz en el escaparate. Pensar en las grandes cosas que podrías tener si tuvieras dinero y las cosas que no vas a tener nunca porque no lo tienes. Para empezar, falla la calidad en el empleo, la expectativa de los jóvenes, la forma de vida de los mayores se basa en un mayor aislamiento... Faltan equipamientos como herramienta de cohesión y articulación social, no por llenar todo el suelo de edificios. 

¿Qué Áreas del Ayuntamiento suspenden este primer curso?
Suspende en general el Gobierno municipal. Esa forma de entender la ciudad que tiene el PP afecta a todas las Áreas. En el Urbanismo, por ejemplo. Se viene hablando de una revisión del Plan General de Ordenación Urbana de 1997 desde hace años. ¿Hace falta? Pues debe ser porque lleva más de 215 modificaciones. Ya no es un Plan General es un queso gruyere que está al servicio de los grandes operadores. De hecho, aquí no hay Plan General desde hace mucho tiempo. No hay disciplina de tráfico. Aquí tener una gorra y un pito es tener autoridad. La indisciplina es absoluta: la doble fila, la carga y descarga...

Es un Madrid donde los problemas existen y el Gobierno mira a otro lado porque tiene otros intereses, como que esté bonito el centro y, en especial, Cibeles. Una por una, en todas las Áreas se va viendo que el modelo de Gobierno del PP no funciona. Que pretende competir en excelencia con ciudades como París, Londres o Roma, y cuando se le pone en un aprieto se compara con Sevilla La Nueva. ¿Con quién se comparan? ¿Con Florencia o con Sevilla la Nueva? Es importante saberlo. La política del Ayuntamiento presenta que Madrid es Cibeles y alrededores. Lo demás, para Gallardón, siguen siendo suburbios, como en la Edad Media. Afortunadamente, desde el punto de vista social, no hay muralla porque si no saldría a las almenas de vez en cuando y nos echaría sacos de pan.

Si ahora mismo estuviesen en el Gobierno, ¿qué tres medidas tomarían con carácter urgente?
Usar todas las reservas de suelo municipal para que la Empresa Municipal de la Vivienda y Suelo hiciese un parque inmobiliario público de compra y alquiler de viviendas, con capacidad para competir en el mercado. Así como un parque público de viviendas en compraventa, de no más de 60.000 euros, porque ése es el coste real de las mismas. Cumplir las mínimas ratios de calidad de vida en los barrios fomentando el empleo local y dotando de equipamientos a los distritos como centros de jóvenes y mayores, escuelas infantiles, residencias de ancianos, etcétera. Por último, creo que Madrid necesita una política mucho más rigurosa en cuestión de medio ambiente basada en aplicaciones sobre el urbanismo y el tráfico. Sería necesaria también la creación de una agencia de medio ambiente con capacidad para tomar medidas ejecutivas reales como cortar el tráfico, gestionar la generación de residuos, investigar problemas, etcétera.

Han realizado muchas alegaciones a Madrid Río que no han tenido respuesta positiva...
Más que Madrid Río, nos parece 'Madrid sonrisa'. Tenemos un río que es un ecosistema, pero va a ser un parque de atracciones. El Gobierno del PP ve el río como parte de una operación urbanística. Van a ponerlo más bonito, van a cambiar los arbolitos, van a ordenar todo. Pero es que eso es tener otro tipo de río. Uno donde haya playa y niños jugando con pelotas de colores. Y llegará el día en que haya que hacer una propuesta electoral que sea hacer una escuela de submarinismo. Nuestras alegaciones pretenden respetar el río sabiendo que se han hecho obras como la M-30, y mejorar lo que había. Lo que pasa es que la zona deja muchas áreas de oportunidad que benefician a propietarios privados con grandes expectativas de mejora en su beneficio. Nuestra idea es que algo tendrían que aportar en esta operación. Por eso pedíamos la modificación del Plan General para determinar los usos de lo que se coloque.
 
Sale poco a poco adelante el proyecto del Eje Prado-Recoletos
Está costando por la pelea política entre Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre. Mi crítica a la Comunidad no es que tenga una postura diferente sino que tiene capacidad para impedir que el Ayuntamiento haga una política que no es adecuada y hace otras acciones. Una cosa es poder impedir y otra pretender proponer. Y eso es invadir la soberanía y las competencias del Ayuntamiento. Las comunidades autónomas tienen que velar porque haya políticas equilibradas. Se puede parar el proyecto Prado-Recoletos si incumple medidas medioabientales, pero no se puede exigir un túnel para que a Aguirre le cuadre la política de unir el sur con el norte.

¿Qué le parece la política de privatización del Ayuntamiento?
Los equipamientos y servicios en los distritos están privatizándose. Por ejemplo, el criterio de llevar a un artista a actuar en un barrio es el de la empresa que lo organiza y no el de los vecinos. La gente se queja y el Gobierno municipal se defiende diciendo que el servicio está privatizado. Y entonces ¿qué pinta el Ayuntamiento? ¿Han dimitido de su función pública? Este es el problema, que ha dimitido. Va dejando en manos de los empresarios una gestión que tiene como inconveniente para la gente el beneficio de esas pocas empresas en vez del de todos los ciudadanos.

¿Esta ciudad puede ser olímpica?
Puede serlo como lo han sido otras ciudades. Pero es lo de siempre. Cuando hay que enseñar la ciudad, se enseña lo que uno quiere enseñar. Estoy convencido que Madrid va a generar las infraestructuras olímpicas necesarias para hacer unas Olimpíadas y que si tuviera que organizarlas serían unos grandes Juegos. Lo importante es saber si lo que se pretende hacer va a servir para la ciudad de Madrid. Un ejemplo. En el desarrollo del estadio de La Peineta, en el Plan Olímpico contempla soterrar la M-40 para que los atletas puedan ir andando al estadio. ¿Y si no hubiera Olímpíadas? ¿Tendrán que pasar también los vecinos, no? ¿O los vecinos no? Si las Olimpíadas sirven para desarrollar equipamientos, dar más espíritu deportivo en la ciudad, entonces hay que ponerse las pilas ya. ¿Cómo es posible que haya polideportivos y centros culturales municipales que cierran sábados y domingos? Apoyamos el Madrid Olímpico y eso es lo que queremos que sea, no el alcalde Olímpico. Y eso significa tener en cuenta a más de tres millones de personas en 21 distritos.

Han apoyado al Partido Popular en los grandes proyectos cuando se lo han pedido ¿Se han podido sentir utilizados?
Sí, pero en las cosas que estamos de acuerdo tampoco queremos que el alcalde se las apunte en exclusiva. No somos invitados sino copartícipes de estos proyectos. Por ejemplo, la defensa del Eje Prado-Recoletos significa la defensa de las competencias del Ayuntamiento, y eso no es tarea sólo del alcalde. Para que la gente entienda nuestra postura: con las grandes estrategias del señor Gallardón podemos estar de acuerdo o en desacuerdo, pero en lo que tenemos un desacuerdo profundo es en lo que no hacer. En las cosas que hace podemos estar de acuerdo porque no somos dogmáticos sólo porque las haga el PP. Pero esa idea de la ciudad que les lleva a no hacer cosas vitales para Madrid es con las que no estamos de acuerdo. La valentía que se tiene para endeudar a Madrid en 6.000 millones por la M-30, entendemos que se torna en cobardía absoluta cuando se trata de hacer frente a las necesidades de la gente. Por tanto, hay dos formas de entenderlo: la ciudad al margen de los ciudadanos y la ciudad con los ciudadanos y en función de los ciudadanos, que son los que hacen ciudad. No se puede pretender una ciudad preexistente o una ciudad que puede existir sin gente, que es la idea de Gallardón.

La sentencia del 'caso Funeraria' no les ha sido satisfactoria
El caso Funeraria demuestra el problema del funcionamiento de la Justicia en este país. Han sido dieciséis años hasta resolverlo. Hay delitos probados pero prescritos. Lo que nosotros decimos es que, por muy prescritos que estén, no se puede poner una empresa pública de la que el Ayuntamiento tiene el 51 por ciento de acciones en manos de una empresa privada que tiene el 49 por ciento alegando que se está ganando mucho dinero. Pedro Calvo vino a decir en el Pleno extraordinario sobre Funeraria que la Empresa Mixta de Servicios Funerarios, que estaba descapitalizada y no tenía un duro, ha caído en manos de Funespaña y le ha dado beneficios. Funespaña se mete en el Ayuntamiento de Madrid, descapitaliza la Funeraria, se lleva todos los beneficios, vende los nichos, tiene beneficios y dice Calvo que es una empresa eficiente. Sí. Como la dejen dos días más nos deja sin cajas y nos entierran como a los indios, quemándonos en piras en la Casa de Campo. El caso es que la Empresa Mixta está gestionada por un señor que preside una empresa privada que compite con los objetivos de la Empresa Mixta y que ha defraudado a Hacienda. Y ésta no es la mejor referencia para dirigirla.

¿Cómo ha sido el año para esta nueva formación de IU en el Ayuntamiento?
Un buen año. Teniendo en cuenta lo que somos, cinco concejales, tenemos una representación, en relación a otras políticas, minoritaria. Pero hemos aguantado el tipo muy bien. Queremos hacer una oposición política razonable. En política, sobre todo en la municipal, lo que más se nota es que la gente huye del debate 'esto está bien porque es de izquierdas o de derechas'. El argumento que la gente espera es 'esto está bien porque es de sentido común y es lo que interesa porque está bien gestionado o propuesto'. Nosotros tratamos de dar sentido común a nuestras propuestas. No quiere decir que no imprimamos ideología. Tratamos de traducir la ideología en el sentido común de la gente. Yo no quiero vender a la gente mi ideario, sino que lo comprenda a través de lo que hago. Creo que en el Pleno planteamos, en ese sentido, cosas bastante lógicas. Reconocemos lo bueno. Es decir, no es una política tradicional de oposición. Tratamos de hacer una política muy cercana a la gente y llevar al Pleno la vida de Madrid. Por desgracia, todo este trabajo sabemos que, desde el punto de vista electoral, depende sólo en parte de nosotros.

¿Qué tal es la relación con los grupos municipales?
No existen unas relaciones institucionalizadas con el PP. La relación de trabajo con el Partido Popular es ver cosas que se pueden hacer y no se hacen. Y es que creo que el PP está un tanto a la defensiva como Gobierno. Se sitúa en que todo lo que viene de la oposición es sospechoso y en eso se equivocan. Con el PSOE, la relación es cordial y correcta. Lo que pasa es que nosotros representamos otra parte de la izquierda que no representan. Hay sectores que intercambiamos pero no somos cohabitantes políticos. Tenemos una política independiente y nuestros propios objetivos, y coincidimos habitualmente desde la independencia. Pero no hay una estrategia coordinada desde la izquierda y quizás en algunos temas tendría que haberla y ahí me alegraría mucho la colaboración del partido socialista. Pero desde luego, no la aceptaría tres meses antes de las elecciones. Entonces somos adversarios electorales. Ahora sería un buen momento.

¿Cómo ve el segundo año de legislatura?
Tengo la sensación de que vamos a ver a un alcalde más lejano. El hecho de que Gallardón esté en la directiva de su partido no me parece ni bien ni mal pero eso requerirá que el alcalde tenga, cada vez más, una visión de los problemas del Estado, lo que puede implicar lejanía, aunque no incompatibilidad con la alcaldía. Veo al alcalde preocupado desde hace tiempo tan sólo de tres ó cuatro problemas: las Olimpíadas, Madrid Río, Prado-Recoletos y poco más. El resto de las Áreas están muy al trantrán. Lo que hace cualquiera cuando no tiene dinero: quedarse en casa a ver televisión. Porque aquí dinero, no hay. Propuestas multimillonarias, sí. Pero no hay un duro. Madrid tiene una deuda del 156 por ciento de los ingresos corrientes y ha multiplicado por diez la deuda de cada madrileño. Y eso significa un presupuesto conservador para el próximo año que se dedique a pagar la deuda y no a buscar aventuras. Con este marco se podría debatir el estado de la ciudad.

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