www.diariocritico.com
Oposición errabunda

Oposición errabunda

viernes 18 de julio de 2008, 02:46h

El gobierno comete tantos errores y de tan alta factura y los desaciertos son de tal magnitud que afectan sensiblemente la cotidianidad diaria. Basta visitar cualquier barrio u urbanización y consultar con los vecinos sobre la inseguridad, desabastecimiento, costo de la vida, insuficiencia asistencial, deterioro de las vías públicas y la infraestructura en general, entre muchos, para corroborarlo. De allí la importancia de una oposición sólida y unida sin que ello signifique pérdida alguna de la diversidad republicana. La actual circunstancia precisa, sin dilación, de acuerdos que permitan capitalizar los descontentos y expresarlos en los sufragios de noviembre. Caso contrario, la llamada oposición será responsable por la institución en Venezuela el síndrome Mugabe.

Los pleitos, incomprensibles para la población, entre algunos enanos de la política, están poniendo en jaque, no una simple elección, sino el futuro de la democracia en nuestro país. Las avaricias se están sobreponiendo al sentimiento mayoritario que desea, luego de la derrota de Chávez el dos de diciembre, votar por candidatos UNITARIOS como una vía para quebrar la implantación del síndrome Mugabe. De no ser así, la esperanza se desvanecerá y costará mucho convencer a nadie para que participe en futuros eventos electorales. Los "dirigentes" que se rasgan las vestiduras ante las cámaras de televisión quedarán velados como lo que en el fondo son: unos farsantes. La hipocresía no puede ser la línea a seguir. Para eso tenemos a los oficialistas.

El pueblo está al corriente de las enunciaciones simuladas por algunas encuestadoras y de sus procedimientos turbios. Es conocido el juego que consiste en la psicosis que se provoca durante semanas acerca de un aumento gradual de votos para llevar a las urnas al último ortodoxo. El estadista y economista inglés Arthur Lyon Bowley (1869-1957) señaló: "nunca se debe confiar en estadísticas complicadas sin conocer el significado y sus límites, en consecuencia deben increparse los argumentos que se construyen a base de tales estadísticas, aunque se confíe, implícitamente, tanto en los conocimientos como en la buena intención de aquellos que la elaboran".

Así pues que si cada aspirante se acoge más a las cifras de sus encuestadoras que a la realidad del país, no merece ser aspirante de algo. Al parecer la imbecilidad brota en proporción directa a las ambiciones personales de cada quien. La mayoría se niega a pensar ante estos hechos bochornosos que la mejor opción sigue siendo Chávez; sin embargo la oposición se esmera en demostrar lo contrario. La cortedad se está imponiendo sobre la grandeza y la mezquindad ante el interés colectivo.

La oposición, ofuscada, no termina de darse cuenta que las inhabilitaciones son una herramienta política del gobierno manejada desde el TSJ de la que no se desprenderán tan fácilmente. La postergación de la decisión, fuere cual fuere, es una treta bien calculada del oficialismo para provocar el desgaste de la oposición que sigue enfrascada en codicies subalternas. Hay que ser muy lerdo para no darse cuenta de ello. El TSJ no sentenciará sino a última hora cuando el tiempo haya castigado suficientemente las opciones oposicionistas. La oportunidad política no es una potestad que se ejerce a merced del capricho de alguien; es una condición aleatoria que consiente el ascenso de quien mejor la entienda. ¿Se estará entendiendo?

Miguel Bahachille
[email protected]

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
0 comentarios