Estados Unidos y Panamá mantienen varios acuerdos comerciales y están a punto de firmar un Tratado de Libre Comercio que incrementará el intercambio comercial y la participación de empresas norteamericanas en la ampliación del Canal. Estados Unidos está considerado como el policía internacional en materia de políticas antinarcóticos y de evasión de impuestos.
Pero España, de manera inexplicable, tiene a Panamá en una lista de paraísos fiscales, que impide a sus empresarios establecer relaciones comerciales o participar en grandes negocios, como la ampliación del Canal de Panamá. Al menos tres empresas españolas, asociadas en consorcios internacionales, han precalificado para licitar la construcción del tercer juego de esclusas, por unos 2 mil millones de dólares.
Se califica como paraíso fiscal a aquel territorio o estado donde ciertos impuestos son muy bajos o no existen. Entre los existentes, diferentes jurisdicciones tienden a ser paraíso para distintos tipos de impuestos y para diferentes categorías de personas y compañías. También califican aquellos países que aplican una presión fiscal inferior a la habitual (y también, a menudo, una regulación financiera menos estricta). De esta manera, consiguen captar importantes volúmenes de capitales internacionales. En el mundo existen alrededor de 50 paraísos fiscales.
Panamá había negociado –con el aval de Rodríguez Zapatero- un acuerdo fiscal que abría posibilidades, como el intercambio frecuente de información, pero las autoridades españolas siguen estancadas y demorando la aprobación del entendimiento. Mientras, los negocios entre panameños y españoles siguen afectados, principalmente la, licitación de los trabajos de la ampliación, cuyo plazo vence el próximo 10 de diciembre.
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