La construcción del Canal recuperado costó 400 millones de dólares y muchas vidas. Su ampliación, 90 años después, multiplicará por 15 aquella cifra, y seguramente reducirá a una estadística admirable por su minúsculo tamaño, las víctimas fatales por los accidentes propios de la construcción.
Los movimientos de tierra serán significativos, pero nunca como la cantidad removida en la obra original: 500 millones de metros cúbicos, con la tecnología de 1905. Los dragados de los cauces de aproximación en el litoral pacífico y atlántico llegan escasamente a los 25 millones de metros cúbicos, a los que hay que sumar las excavaciones de las esclusas, unos 60 millones más.
Los contratos de dragados sur y norte, en las entradas del Canal, se desarrollan dentro del cronograma de obras. La empresa belga Dredging International se adjudicó el contrato en la entrada sur, por 177 millones de dólares, que permitirá a los buques postpanamax ingresar a las nuevas esclusas. En el norte se excavarán 14 millones de metros cúbicos; la licitación para este componente de la obra se realizará entre los meses de octubre y diciembre próximos.
El Canal original se excavó y construyó en 10 años. El presidente norteamericano, Theodore Roosevelt dividió la obra en tres frentes: el atlántico, el pacífico y el centro. La obra actual también tendrá tres frentes, para garantizar que la obra avanzará según un cronograma de tareas, con independencia de los frentes, pero en perfecta coordinación. Las oficinas donde funcionarán las coordinaciones de los frentes están avanzadas en un 50 por ciento.
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