El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha inaugurado la nueva Avenida de la Aviación, reformada completamente durante los últimos doce meses con un coste para el Ayuntamiento de algo más de 6,2 millones de euros. La actuación municipal se ha desarrollado a lo largo de 2,3 kilómetros de avenida, en cuyo entorno se han plantado 827 árboles. En su visita el alcalde se ha encontrado con las protestas de varios vecinos que pedían la retirada de los parquímetros del casco histórico de Carabanchel.
En la avenida de la Aviación han sido pavimentados 39.000 metros cuadrados de calzadas y 19.000 de aceras, y se han colocado 14.000 metros lineales de bordillos y 1,6 kilómetros de vallas peatonales, 157 farolas y 32 bancos. A lo largo de esta calle, de dos carriles por sentido entre Latina y Carabanchel y junto al ensanche de este último distrito, se han dispuesto además 345 plazas de aparcamiento y más de 200 metros de carril bici. Ruiz-Gallardón, que estuvo acompañado por la concejala de Urbanismo, Pilar Martínez, destacó que el proyecto "se ha dialogado con los vecinos" y afirmó que Carabanchel y Latina "son dos de los distritos donde más intensamente se está viviendo la transformación de Madrid".
Como ejemplo de ello apuntó la remodelación de la Calle de Sepúlveda, el traslado de las cocheras de la EMT, el soterramiento de la M-30 y la recuperación de la ribera del Manzanares, además de la construcción de un túnel en la Avenida de Portugal que permitirá acceder por la superficie a la Casa de Campo. Recordó asimismo que por esta avenida, antes "obsoleta" e "insegura tanto para los conductores como para los peatones", según dijo, transitan a diario 40.000 usuarios del transporte público y 20.000 coches.
Con la puesta en servicio de la remodelada Avenida de la Aviación ya son 39 las actuaciones concluidas y 25 las que están en ejecución de las incluidas en el Programa de Infraestructuras para la Mejora de la Movilidad 2003-2007. Durante el acto, doce personas, vecinos de Carabanchel Alto, ayudados por un megáfono que llevaba su voz hasta el interior de la carpa en la que hablaba el alcalde, corearon consignas contra la instalación de parquímetros en su barrio. Al término, cuando Ruiz-Gallardón ya había abandonado el lugar, estos vecinos y los que acababan de salir de la carpa, aplaudiendo al alcalde, se enfrentaron verbalmente durante varios minutos acusándose de "sinvergüenzas" y "pelotas", entre otros calificativos.
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