España y la exportación de armas

Mucho anunciar que España dejará de fabricar las mortíferas bombas de racimo cuyo poder destructor raya en el sadismo, mucho aumentar los controles sobre la producción de armas químicas, pero la ministra de defensa, Carme Chacón, sigue teniendo una 'asignatura pendiente' que le rogaríamos no dejase para septiembre: la exportación irregular de armas a países conflictivos y que no respetan ni los derechos humanos ni los tratados internacionales.

Nuestro país ocupa un dudosamente honroso octavo lugar en el tráfico mundial de armamento, muchas de cuyas operaciones son, como mínimo, irregulares, cuando no claramente ilegales. Así figura en el ranking de Justícia y Paz sobre el mercado español del armamento entre 1997 y 2006. Según Tica Font, vicepresidenta de la organización y autora de este documento, en 2006 la industria armamentística española ha facturado más que en toda su historia.

El informe se basa en la publicación anual del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio elaborada por la Secretaría de Estado de Turismo y Comercio. Además de mostrar preocupación por la continua tendencia al alza de las exportaciones de armas que refleja la publicación del primer cuatrimestre de 2007 (el Gobierno aún no ha publicado el informe íntegro del pasado año), Tica Font destaca  que ha habido exportaciones de material de defensa a empresas privadas y para uso privado de Canadá, EE.UU, Bélgica y Reino Unido. Dichas empresas podrían ser multinacionales como la estadounidense Blackwater o la británica AmorGroup. Esto hace sospechar que nuestro país puede estar participando en la "privatización de la guerra", ya que enviando material a dichas empresas privadas, el Estado español elude sus compromisos internacionales.

Font denuncia "la actitud irresponsable del Gobierno respeto a la legislación", pues el Código de Conducta de la UE establece que no deben venderse armas a países sancionados, inestables, en conflicto, que vulneren los Derechos Humanos, que no condenen el terrorismo o que tengan un nivel de bienestar delicado, y España exporta a Indonesia, Kenia, Singapur, Tailandia, Angola, Arabia Saudita, Brasil, Ecuador, Emiratos Árabes Unidos, Jordania, Pakistán, Turquía, Colombia, Marruecos e Israel, que entran en alguno de estos supuestos, o incluso en varios.

Con ello, España incumple la Ley de Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso, que fue aprobada a finales de 2007 por el Parlamento español, según denuncian también Amnistía Internacional, Greenpeace, Intermón Oxfam y la Fundación por la Paz.