La Comunidad recuerda que las reparaciones de coches tienen garantía de 3 meses

En respuesta a las dudas más frecuentes de los ciudadanos, el Portal del Consumidor de www.madrid.org ofrece un especial que aclara cuestiones clave.

La directora general de Consumo, Carmen Martínez de Sola, resaltó que el aumento de los desplazamientos por carretera en estas fechas también provoca un crecimiento de las consultas y de las reclamaciones relacionadas con los coches.

"El alquiler de vehículos, los servicios de grúas, las gasolineras y los talleres de reparación experimentan un aumento en la demanda de servicios y, por lo tanto, es lógico que se registren más reclamaciones. En 2007 recibimos 1.650 quejas sobre estos sectores, buena parte de las cuales llegó al final del verano. En general, los servicios ligados a las vacaciones, como el transporte, la restauración o las agencias de viajes, llegan a duplicar el número de reclamaciones al final de la época estival”, explicó Martínez Sola.

La Dirección General de Consumo ha analizado las reclamaciones más frecuentes relacionadas con el uso del automóvil y ofrece las correspondientes recomendaciones en el Portal del Consumidor de www.madrid.org.

Por ejemplo, al dejar el coche en el taller el consumidor debe exigir un resguardo de depósito que garantice que se ha entregado en unas condiciones determinadas. Si el establecimiento da al cliente un presupuesto escrito en el momento de dejar el automóvil, no hará falta ese resguardo.

Es muy importante solicitar presupuesto de la reparación y no conformarse con simples estimaciones. Muchas reclamaciones suelen darse cuando el cliente renuncia a la realización del presupuesto (renuncia que debe hacerse por escrito) y al final la factura supera con creces las estimaciones realizadas verbalmente. Eso sí, en caso de que una vez hecho el presupuesto el cliente rechace la reparación, éste deberá pagar por su realización.

El taller no puede reparar un coche sin el consentimiento expreso del dueño ni usar piezas de segunda mano, salvo que lo autorice el cliente. Sólo puede cobrar gastos de estancia cuando el cliente no recoja el coche transcurridos tres días desde que la empresa le avise de que está reparado o hecho el presupuesto.

Por otro lado, todos los talleres mecánicos deben estar homologados, mostrar una placa oficial identificativa y exponer los precios de forma visible al público. La factura es fundamental para hacer uso de la garantía o para poner una reclamación, en el caso de que fuese necesario.

Grúas
Si se solicita una grúa, es importante pedir siempre una orden de servicio -en el caso de que se contrate a través del seguro- o un presupuesto previo y una factura -si se solicita de manera particular-. En caso de que no se acepte el presupuesto, la empresa puede cobrar por su realización un importe que no podrá ser superior al precio de los kilómetros recorridos desde donde se encuentra la grúa hasta el vehículo averiado.

El usuario tiene derecho a escoger el taller donde llevar el vehículo y la grúa no le puede imponer uno en particular. Las autopistas tampoco pueden imponer una empresa de grúas.

Alquiler de vehículos
El consumidor que desee alquilar un automóvil tiene que asegurarse de firmar un contrato con la empresa donde figuren los datos de las dos partes, la matrícula, el precio, el estado del vehículo y las condiciones generales (si se cobra por kilómetros recorridos o si se paga por conductor adicional, por ejemplo).

Algunas empresas de alquiler exigen una antigüedad determinada del carné de conducir o una edad mínima. Antes de firmar el contrato, es importante comprobar la cobertura del seguro y si tiene franquicia. De existir ésta, si se producen daños y su valor no alcanza cierta cantidad, el usuario deberá pagar la reparación.

Además, nunca se debe partir sin comprobar el estado del vehículo (posibles arañazos, problemas de funcionamiento, ausencia de complementos como el triángulo o el chaleco, nivel del depósito de la gasolina…) y apuntar todo ello en el contrato, o, de lo contrario, la empresa podrá imputar el gasto correspondiente al cliente.