Evo no pudo llegar a tres ciudades

 En el Día de la Independencia de Bolivia (6 de agosto), la tensión y la polarización llegaron a extremos inéditos en la historia boliviana. Violencia en aeropuertos, amenazas al Presidente y una tremenda actividad discursiva en los medios de comunicación, que colmaron sus espacios habituales y extraordinarios.

La visita del presidente a Santa Cruz para jugar un partido de fútbol tuvo que ser suspendida por la agresiva actitud de los miembros de la Unión Juvenil Cruceñista que impidieron la salida del Presidente del aeropuerto del Trompillo (aeropuerto militar). Evo Morales emitió su discurso por el día de la patria desde el balcón del Palacio Quemado de La Paz.

La experiencia contrasta con el informe pronunciado el año pasado en Sucre que duró 6 horas con el breve discurso pronunciado el día de hoy en el Palacio de Gobierno en La Paz. Evo Morales no pudo llegar a Sucre (sede oficial de los festejos conmemorativos del 183 aniversario de la independencia) ante las amenazas de movilizaciones sociales y la posición de los dirigentes cívicos que demandan de él una disculpa pública .

El día de ayer, Evo Morales no pudo recibir a sus pares de Venezuela y Argentina en Tarija, por la violencia desplegada por los movimientos cívicos. Hoy día (6 de agosto) no pudo llegar a Santa Cruz, Trinidad (Capital del Beni) y Cobija (Norte – Frontera con Brasil), para cumplir con compromisos políticos, ante las violentas movilizaciones de ciudadanos opositores que cercaron los aeropuertos de cada ciudad y protagonizaron enfrentamientos con los policías que guardaban la seguridad del mandatario.

De igual manera, la violencia llegó a extremos tales como lo ocurrido la noche de ayer (5 de agosto) cuando el vehículo del Ministro de la Presidencia (Juan ramón Quintana), fue impactado con proyectiles de arma de fuego en la ciudad de Trinidad. De esa manera, el discurso del Presidente que manifestó que “Bolivia va bien”, contrastó con la realidad objetiva en la que se desenvuelve el país.