El ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa, Gustavo Larrea, en declaraciones al portal informativo de Internet Ecuadorinmediato, señaló que la policía hace una investigación sobre la denuncia de Arregui de amenazas anónimas en su contra.
"Las autoridades policiales se pusieron en contacto, inmediatamente, para investigar cualquier intento de acallar la voz de quienes pueden, incluso, tener discrepancias con el Gobierno", afirmó Larrea.
El funcionario indicó que el presidente del episcopado, quien ha criticado varios artículos de la propuesta de nueva Constitución, impulsada por el Ejecutivo, tiene niveles de protección como cualquier autoridad pública en el país.
El ministro señaló que, posiblemente, esas amenazas y otros delitos cometidos contra un par de conventos católicos, provienen de grupos que intentan entorpecer el proceso para aprobar o rechazar el nuevo proyecto constitucional.
La CEE criticó varios artículos de la propuesta, sobre todo uno que, según la Iglesia, deja abierta la puerta al aborto, y otro para el matrimonio de personas del mismo sexo, en medio de una confrontación verbal con el Ejecutivo.
El Gobierno, por su parte, ha negado esa versión de la Iglesia y, con base en el texto de la propuesta ha descartado que apoye el aborto o el matrimonio entre homosexuales.
Larrea dijo que, para él, las amenazas podrían provenir de grupos de "ultraderecha, que intentan culpar al Gobierno de acciones contra la Iglesia", a modo de campaña para el referendo del próximo 28 de septiembre, cuando la población deberá aprobar o rechazar la nueva Carta Magna.
"El Gobierno no es tonto, no somos personas tontas; podemos cometer errores, como cualquier ser humano pero, evidentemente, no nos interesa generar ningún conflicto que moleste a monseñor Arregui y a la Iglesia, en general", apostilló Larrea.
De su lado, Arregui descartó que la Iglesia promueva el voto por el "no" en el referendo de septiembre, como le acusa el Gobierno, aunque admitió que el clero ejerce una obligación de "iluminar conciencias" sobre algunos textos de la propuesta constitucional, que podrían contradecir la moral cristiana.
Sobre las amenazas en su contra, Arregui dijo que no tiene indicios del origen y prefirió no ahondar en el asunto, pues señaló que eso podría generar "victimismo" y "dar malas ideas a algunas personas".
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