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Diario de Verano

Qué rentable es hablar mal de la Princesa de Asturias

miércoles 13 de agosto de 2008, 10:13h
Dice el artículo 20 de la constitución española de 1978 que todos tenemos derecho a expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. Y este artículo lo debe de tener muy presente un periodista que trabaja en uno de los periódicos de mayor tirada nacional y que publica una columna todos los domingos.
Este sujeto, al que voy a llamar X, tiene un monotema: Letizia, la princesa de Asturias. Y siempre para ponerla verde. Haga lo que haga Leti, a X siempre le parece fatal. Si es seria porque es seria, si habla porque tiene incontinencia verbal, si se viste clásica es una cursi, si se viste moderna, es una atrevida. Si repite vestido es una pesada, si no lo repite es una derrochona. El caso es criticar. Y mira X, ya estoy harta de tus reproches y yo también voy a ejercer mi derecho del artículo 20. Sinceramente. Creo que lo que te pasa es que con Leti has encontrado el filón de tu final de carrera. Vamos que con ella te ha venido a ver Dios porque estabas ya condenado al ostracismo y ya nadie te hacía caso. Y claro, ahora criticando lo que está de moda….te pones de moda. Lógico. Leti vende haga lo que haga, así se coma una uña o se toque el flequillo.

Es muy fácil. Yo también lo sé porque escribo en un periódico y sé bien lo importante que es un buen titular. Y, señor X, seamos honestos, poner a Leti en uno es sinónimo de éxito. Que te quede claro: la que vende es ella, no tú. Te propongo algo. ¿Por qué no criticas, por ejemplo, la obra de Carmen Laforet? Verás como no te lee ni  Dios.

Es que además la criticas con gilipolleces, y me perdonan ustedes el término pero es que ya me cabrea el tema. El otro día le echas en cara que presuma de hija. Joé es que es pa matarte. ¿Es que no has tenido hijos? ¿O sobrinos? Pues que sepas que con niños en casa, se te cae la baba, seas princesa de Asturias o cajera del metro. Lo mismo me da que me da lo mismo.

Ah, por cierto, el otro día te referías a ella como la inefable Letizia. A ver. Si no sabes el sentido de una palabra, te recomiendo una web muy útil: www.rae.es . No sé qué querrías decir con esa palabra. Inefable significa que no se puede narrar con palabras. Y dado que eres tan experto en vocablos y vocabulario, dudo mucho que no puedas describirla. Te echo una mano: es alta, delgada, lista, tiene la nariz grande, la barbilla prominente y un cuerpo muy bien proporcionado. Le gusta saber, es culta, organizada y mil cosas más que seguro que no son de tu agrado.

Desconozco los motivos que te llevan a atacarla de tal manera. Sospecho que nada tienen que ver con Leti, más bien con su familia política. En fin, yo no haré como tú y no me meteré en camisas de once varas.

Lo tuyo es verdaderamente cansino, que si tiene pasado, que si esto, que si lo otro. Pues claro. Todos tenemos pasado. ¿Tú no? Y no me empieces con que ella es princesa porque no cuela. ¿Es que el príncipe estuvo en un convento hasta el día de su boda? En fin, que son ganas de dar por saco. Repasa la historia de las monarquías, especialmente la de los Borbones.

Y, de veras, te propongo que cambies de tema y empieces a hablar de otra cosa a ver si entonces sigues teniendo tantos seguidores. Es una apuesta. ¿La aceptas?

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