'Cambio de cromos' en organismos clave

La pasada semana estuvo a punto, dicen algunos, de producirse el relevo de los ya vencidos miembros del Consejo de Seguridad Nuclear, una institución clave para cerrar una central nuclear o prolongarle la vida. Y una institución que hace ya más de un mes que está sin presidencia, tras la jubilación forzosa de María Teresa Estevan. Un presidente interino, José Angel Azuaga, unos consejeros que ya han visto caducar su mandato, una pelea soterrada por la presidencia (los socialistas quieren a Carmen Martínez Ten) y por las vocalías (los populares quieren meter a Luis Gámir y Antonio Colino, este último considerado “demasiado pro nuclear” por el PSOE), y un proyecto de ley por venir que reforma el CSN, son elementos paralizantes del funcionamiento del Consejo.

Pasa lo mismo con el Consejo de RTVE, ahora sujeto a la nueva Ley de la Corporación audiovisual: ni hay acuerdo para su renovación (el mandato está más que vencido), ni se le espera. El PSOE quiere controlar ocho de los doce puestos del Consejo (solo o en alianza con CiU e IU), dejando al PP con una minoría de apenas cuatro consejeros. Así, el acuerdo tardará en llegar.

Máxime cuando parece que la renovación de los consejos del CSN y de RTVE depende, más bien, de que se llegue a un acuerdo para renovar el Consejo General del Poder Judicial, que hace ya dos semanas que vio vencido su plazo, sin que nadie parezca verdaderamente interesado en sanear un CGPJ que, en palabras del propio ministro de Justicia, “está muerto”. Así que todo depende del cambio de cromos entre los representantes de unas instituciones y los de otras, con notoria falta de respeto a las instituciones mismas. Una vez más se vulnera el espíritu de la ley, el reglamento y hasta la ética y la estética políticas.