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La economía japonesa se contrajo 0.7 por ciento en abril-junio, ligeramente más que la cifra preliminar del gobierno, de una reducción de 0.6 por ciento, al registrar su peor desempeño en siete años por los altos costos de las materias primas, la desaceleración de las exportaciones y el debilitamiento del gasto de capital.
Sin embargo, no estuvo tan mal como habían previsto los economistas, que tenían una proyección mediana de un descenso de 0.8 por ciento. su peor desempeño en siete años por los altos costos de las materias primas, la desaceleración de las exportaciones y el debilitamiento del gasto de capital.
La contracción de 0.7 por ciento se traduce en una caída anualizada de 3.0 por ciento.
La revisión se debió principalmente a una caída más profunda en el gasto de capital, que fue recortado a una reducción de 0.5 por ciento desde una estimación inicial de un declive de 0.2 por ciento.
"Las compañías son reticentes a invertir para expandir la capacidad dado el panorama incierto para la demanda tanto en casa como en el exterior", dijo Maiko Noguchi, economista de Daiwa Securities SMBC.
Las exportaciones, un motor clave de la economía, también cayeron 2.5 por ciento, más que la lectura preliminar de una reducción de 2.3 por ciento.
Las exportaciones netas contribuyeron en forma negativa al crecimiento por primera vez en más de dos años, recortando la expansión general en 0.1 puntos porcentuales.
Los mercados financieros no reaccionaron mucho a los datos revisados del PIB difundidos el viernes, porque no alteraron la idea predominante de que el Banco de Japón mantendrá sin cambios sus tasas de interés en 0,5 por ciento hasta fines del año próximo
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