El documento pactado con el título "
Proceso de convocatoria de una consulta sobre el futuro político de Cataluña" fija el objetivo de "convocar una consulta para que el pueblo de Cataluña se pueda pronunciar sobre la posibilidad de que Cataluña se convierta en un Estado en el marco europeo". Asimismo establece crear un Consejo Catalán de Transición Nacional, integrado por expertos y personalidades "de reconocido prestigio", que será el órgano de impulso y coordinación del proceso de la consulta.
El acuerdo indica que "CiU y ERC se comprometen a trabajar todos los procedimientos formales, jurídicos e institucionales posibles hasta el 31 de diciembre de 2013 para estar en condiciones, a partir de entonces, de convocar una consulta de acuerdo con el marco legal que lo ampare, dentro del plazo del año siguiente".
En el documento, ambos partidos señalan que los intentos de encaje de Cataluña en España son "una vía sin recorrido" y consideran que Cataluña debe iniciar "una etapa basada en el derecho a decidir para garantizar el progreso social, el desarrollo económico, el fortalecimiento democrático y el fomento de la cultura y la lengua propias". Además, establece que el primer pleno de la nueva legislatura formulará una "Declaración de Soberanía del Pueblo de Cataluña" para fijar el compromiso del Parlament con el "ejercicio del derecho a decidir".
Acto seguido, el pacto fija aprobar la ley de consultas, estableciendo el compromiso de impulsar el inicio de la tramitación parlamentaria de esta ley como máximo a finales del mes de enero de 2013. Posteriormente, el plan contempla abrir un proceso de negociación "con el Estado español" para poder ejercer "el derecho a decidir", que incluya la opción de convocar un referéndum.
Las primeras valoraciones al acuerdo de CiU y ERC no se hicieron esperar entre los partidos catalanes. El portavoz del PSC, Jaume Collboni, consideró que el pacto suscrito anuncia un Gobierno catalán con "fecha de caducidad" y "garantía de inestabilidad". En su cuenta de Twitter, el portavoz del PPC en el Parlament, Enric Millo, calificó de "errático" el acuerdo suscrito por CiU y ERC.
En la prensa, el acuerdo entre CiU y ERC para celebrar una consulta soberanista aparece en todas las portadas. Para EL PAÍS se trata del inicio de "la senda soberanista", y señala que "Mas cede a las principales demandas de los republicanos". Más contundente, EL MUNDO y ABC coinciden en resaltar que CiU "se rinde" ante ERC para celebrar una consulta "ilegal". EL MUNDO personaliza dicha rendición en la figura de Artur Mas, que, según el diario, "deja la llave de la consulta independentista en manos de Junqueras" al comprometerse a no prorrogar el plazo "si no es de mutuo acuerdo". LA VANGUARDIA también considera que "Mas cede ante Esquerra para garantizarse el Gobierno". Por su parte, EL PERIÓDICO dice que "ERC obtiene la consulta para el 2014". LA RAZÓN subraya la "alianza para romper España".
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