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El mundo oculto de los diputados visto por Ketty Garat

'Bajo las alfombras del Congreso': así son los políticos cuando nadie les ve

'Bajo las alfombras del Congreso': así son los políticos cuando nadie les ve

miércoles 23 de mayo de 2012, 12:17h
"Pocas veces alguien tiene la oportunidad de observar desde tan cerca la actividad diaria de un grupo de personas, en este caso, los diputados del Congreso, que permite conocer y calibrar con detalle sus pequeñas grandezas y sus grandes miserias". Las primeras palabras del prólogo con el que la periodista Victoria Prego amadrina a la joven Ketty Garat en su primera aventura literaria, ya advierten de que "Bajo las alfombras del Congreso" será una visita guiada por la autora hasta la cocina de la Cámara Baja. No hay recoveco que quede sin explorar en este libro sobre el Parlamento que nos adentra, incluso, en los sótanos del Hemiciclo, las llamadas catacumbas, escenario de alguna que otra aparición que relata minuciosamente la autora.

El libro "Bajo las alfombras del Congreso" es una explicación de la vida parlamentaria bajo un prisma distinto. Una visión iconoclasta del quehacer periodístico y político "con insolencia y respeto a partes iguales". Desde esas alfombras, vislumbra el ventilador oculto bajo la mesa de Presidencia de Don José Bono, en la IX legislatura; las prácticas de éste para meter mano al diario de sesiones; el entrenamiento, cronómetro en mano, de Soraya Sáez de Santamaría la tarde anterior a su enfrentamiento con Rubalcaba en la sesión de control, o los caramelos de Santiago Cervera, sobredosis de azúcar para el diabético Carlos Salvador, ex compañeros ambos de UPN.

Cámaras indiscretas y micrófonos abiertos que hablan de "hijos de puta", Marina Danko, los "tontitos", o que pillan a un despistado José Antonio Alonso preguntarle a Cristina Garmendia su nombre de pila en su presentación oficial como ministra de Ciencia. Cuestiones anecdóticas entremezcladas con capítulos ocultos, "que deberían ser divulgados al gran público" porque "¿qué pasaría si los leones hablarán?", se pregunta la joven periodista Ketty Garat.

Documentos desconocidos, enmiendas polémicas que hablan de operaciones de rodilla de un parlamentario de CIU, negociaciones agónicas, votaciones incomprensibles y el seguimiento mediático de quienes constatan a diario que la Ley de Murphy es la número uno en la jerarquía normativa de la Cámara. Posición de primera línea de batalla en la que se describe un periodismo divertido y complejo, de trincheras, donde los informadores rebuscan en papeleras, se arriman a conversaciones privadas o asaltan a sus señorías a la caza de un titular, y en donde, según resume Garat: "Esto es suspense y no lo de Hitchcock".

Bono, la "Prima Bonna"

Como personajes 'ilustres', Ketty destaca a un José Bono caricaturizado como "Prima Bonna" -excelente juego de palabras que resumen al personaje-, "aquel capaz de transformar el Parlamento en un teatro donde interpretar a sus anchas el papel principal, el de mayor pompa y circunstancia de la opereta parlamentaria". Y, cómo no, a un Rubalcaba capaz de pedir perdón que provoca dudas en la autora, quien le define como "el de más cándido trato en lo personal, pero responsable de los capítulos más oscuros de la democracia". Y, naturalmente, a quien también fulmina al narrar la caída de un mito parlamentario: "Cuando Alfredo se expuso a la luz, dejó de ser Rubalcaba".

Desde su posición privilegiada de cronista parlamentaria, Ketty Garat se adentra en el escenario donde "en cualquier lugar surge una noticia que se transforma en Historia, permitiéndote ser testigo sin permiso de los acontecimientos". Y así, recorre la legislatura con el relato de una incipiente crisis económica; la 'compra del voto' a los nacionalistas "quienes nos gobiernan de forma indirecta" y con quienes el Ejecutivo negoció su voto a gritos "como el precio de los melones o las bragas".

La autora nos desvela los entresijos del hundimiento del zapaterismo, el ascenso de Rubalcaba, los enfrentamientos con Chacón y el señor X que estuvo detrás de la operación que permitió acabar con el 'clan Barroso', que no es otro que Patxi López. Aderezado con conversaciones telefónicas de madrugada -gritos incluidos-, que revelan lo que hay detrás del café que necesitó Rubalcaba el día de la reforma de la Constitución, en agosto de 2011, Ketty Garat explica sin tapujos las dificultades del esprínter socialista en el las elecciones del 20-N, el vídeo inédito que censuró Alfredo, su llegada a la meta del 38 Congreso de Sevilla...

"Bajo las alfombras del Congreso no es una crítica contra el sistema sino una defensa del sistema desde las crítica", dice la autora, para quien lo que se oculta no sólo es basura. "También hay objetos valiosos que creíamos perdidos; la moderación hacia alguien cuya fama precede; la explicación de una polémica que murió antes de alcanzar la verdad...".

El libro se convierte, así, en una llamada al acercamiento entre los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, a quienes advierte de los peligros de una política de bajos vuelos. Es, en el fondo, una defensa del Parlamento y de la política, pero "con el corazón puesto en España y el cerebro en la democracia". Y todo con un fin último, el suscrito por el socialista Ramón Jáuregui en una vibrante intervención de respuesta al movimiento 15M desde el Hemiciclo: "No queremos cambiar el mundo. Queremos reformarlo".

Por todos estos motivos, es el actual Presidente del Congreso, Jesús Posada, quien, levantada la sesión, concede a Ketty Garat el título de "señoría" en el epílogo del libro, recordando el traspié del portavoz del anterior Gobierno, José Blanco, al responder a una pregunta comprometedora de la autora. El tercero en la línea institucional del Estado describe a Garat como alguien que "como Luis Carandell, aspira a la generosidad intelectual" y le pone deberes para el término de la X legislatura: "Espero tener el activo de unas crónicas como éstas, llenas de frescura e interés".

, quien, levantada la sesión, concede a Ketty Garat el título de "señoría" en el epílogo del libro, recordando el traspié del portavoz del anterior Gobierno, José Blanco, al responder a una pregunta comprometedora de la autora. El tercero en la línea institucional del Estado describe a Garat como alguien que "como Luis Carandell, aspira a la generosidad intelectual" y le pone deberes para el término de la X legislatura: "Espero tener el activo de unas crónicas como éstas, llenas de frescura e interés".

 

> Ketty Garat participará este jueves desde las 17:30 en un chat con los lectores, envíe sus preguntas

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