Woodstock, 40 años de los tres días de “amor, paz y música”

El festival Woodstock Music & Art Fair comenzó el 18 de agosto de 1969 y tuvo un impacto cultural enorme en la sociedad de la época. Woodstock creó su propia leyenda, era 1969, la época de “Easy Rider”, el Festival quedó asociado a la imagen del hippismo, la solidaridad y el buen rollo de una generación que ansiaba “hacer el amor y no la guerra”. Pero Woodstock fue más bien el último aliento de aquella generación sesentera. El golpe de gracia se lo dio el Festival de Altamont, en diciembre de 1969, cuando durante la actuación de los Rolling Stones uno de los Ángeles del Infierno (que habían contratado los propios Stones como seguridad) mató a uno de los espectadores y con él a toda una década.

Pero volvamos a Woodstock, unos meses antes de aquel agosto de 1969 un grupo de chavales, sin mucha experiencia en estos negocios, se propuso realizar un gran festival en el que actuasen algunos de los grandes nombres que había dejado la década. En principio no estaba previsto que fuese gratuito pero cuando comenzó a acercarse la fecha mucha gente se dirigió hacia aquella localidad cercana a Nueva York con la intención de colarse. Al final ante la avalancha de gente, con las autopistas cercanas colapsadas, se tuvieron que abrir las puertas y los organizadores casi se arruinan. Eso sí los años les darían la razón (y el dinero).

Charles Manson ensombrece Woodstock

Se comenta que hubo alrededor de medio millón de personas, aunque su mito se hizo tan grande que más de tres millones de norteamericanos les cuentan actualmente a sus nietos que estuvieron allí. Woodstock no fue ni mucho menos el primer gran festival de música rock, muchos podrían reclamar ese título pero por importancia histórica podríamos hablar del Festival de Monterrey en 1967, sólo dos años antes, pero para el movimiento hippy todo un mundo. Si se comparan las idílicas imágenes de Monterrey con el caos viviente de Woodstock se pueden apreciar como cambió el idealismo de los años 60. Frente a los pacíficos asistentes de 1967 los de 1969 parecen miembros de una tribu propia. Las drogas han hecho efecto en muchos cerebros y la paranoia flota en el ambiente. Tan sólo 10 días antes del festival, el 8 de agosto, la 'familia' Manson había asesinado brutalmente a Sharon Tate junto a sus tres invitados. La era de Acuario tocaba a su fin.

¿Pero por qué seguimos recordando Woodstock 40 años después? Hay dos razones principales, la primera es la película documental de Michael Waidleigh (con montaje de Martin Scorsese) que ha permitido a diversas generaciones tener un referente visual de cómo fue aquello. La otra razón es la más importante, la música. Pocas veces se pudo ver un cartel tan impresionante como el de aquel agosto. La mayoría eran veteranos de Monterrey ahora ya convertidos en dioses del rock, gente como Jimi Hendrix, The Who, Janis Joplin, Crosby, Stills, Nash & Young (que en Monterrey estaban en otras bandas míticas como The Byrds o Buffalo Springfield), Jefferson Airplane o Grateful Dead. Pero también hubo otras bandas como Creedence Clearwater Revival, The Band, Sly & The Family Stone, Johnny Winter o unos jovencísimos Santana.

Ahora sale "Woodstock 40", una caja de seis discos con 77 canciones (38 de ellas inéditas) secuenciadas en orden cronológico, que supone la colección más completa de artistas que participaron en el festival. De Santana a Jimi Hendrix pasando por Joe Cocker, The Grateful Dead, Crosby, Stills & Nash, The Who o Jefferson Airplane.

Paralelamente, Rhino edita un doble CD con lo más representativo del festival: Janis Joplin, Canned Heat, Sly & The Family Stone, Creedence Clearwater Revival y Joan Baez.

Estos fueron algunos de los mejores momentos del Festival: