Este símbolo de nuestra literatura tenía 88 años
Las letras españolas, del más dolorido luto: muere Ana María Matute, una de las grandes/grandes
miércoles 25 de junio de 2014, 10:59h
La escritora Ana María Matute ha fallecido este miércoles en Barcelona a los 88 años, según han informado a Efe fuentes editoriales.La autora de "Olvidado rey Gudú", que recibió el Premio Cervantes hace tres años, trabajaba actualmente en otra obra literaria. Ana María Matute nació en Barcelona el 26 de julio de 1925. Destacó por narrar la posguerra española desde el punto de vista de los
niños y por ser la tercera mujer en ingresar en la Real Academia
Española (RAE) en sus 300 años de historia.
La escritora Ana María Matute Ausejo
(Barcelona, 1925), ganadora de casi todos los premios nacionales de
letras y literatura --entre ellos el Premio Cervantes, el Planeta y el
Nacional de Literatura--, destacó por narrar la posguerra española desde
el punto de vista de los niños y por ser la tercera mujer en ingresar
en la Real Academia Española (RAE) en sus 300 años de historia. Niña precoz, Matute escribió su primera novela con 17 años, 'Pequeño teatro', con la que ganó el III Premio Planeta en 1954.
Solía decir que la niñez, lejos de ser una etapa, era un mundo
completo en sí misma, y la mirada infantil de los "niños asombrados" que
presencian las desgracias de la Guerra Civil en muchas de sus obras es
realista y cargada de emociones. Dada a escribir trilogías, la más famosa fue 'Los mercaderes',
integrada por 'Primera memoria', 'Los soldados lloran de noche' y 'La
trampa', y dominada por la Guerra Civil y su sociedad materialista; en
conjunto su treintena de obras se ha traducido a 23 idiomas.
Además de la Guerra Civil, la Edad Media fue un tema obsesivo para
Matute: 'La torre vigía' se considera la primera obra en la que Matute
cambia la ambientación de posguerra por la de lo medieval, algo que
mantuvo en 'Olvidado Rey Gudú' (1997) y 'Aranmanoth' (2000), sus libros
más recientes y con los que rompió un largo silencio literario.
En cambio su última novela, 'Paraíso inhabitado' (2008) retoma la
temática infantil, desvinculada ya de los horrores de la guerra pero
marcada por la falta de amor entre sus padres, por lo que la
protagonista se refugia en un mundo interior lleno de amigos
imaginarios.
La vida en su obra
En casi todas las obras de Matute se puede entrever alguna
pincelada de su vida, no sólo en las que se ambientan en la Guerra
Civil: a principios de los años 60 escribió 'Historias de la Artamilla',
'A mitad del camino' y 'El río', libros autobiográficos en los que
rememora la niñez y la ruralidad e Mansilla de la Sierra, pueblo riojano
donde vivió con sus abuelos un tiempo tras padecer una grave
enfermedad.
Ana María fue la segunda de cinco hijos de una familia catalana de la pequeña burguesía, muy religiosa. El padre poseía una fábrica de paraguas y viajaba a menudo por
Europa; en sus relatos pudo haberse inspirado la imaginativa hija, que
empezó escribiendo cuentos que ella misma ilustraba.
Y cuentos escribió ya en firme tras el nacimiento de su hijo Juan
Pablo en 1954, fruto de su matrimonio con el escritor Ramón Eugenio de
Goicoechea (del que se separó en 1963), que desencadenó la obra infantil
de la autora, cuentos dedicados en su mayoría a su hijo.
Gran número de premios
A las puertas estuvo de ganar el Nobel de Literatura cuando fue
candidata en 1976; sin embargo, Matute acaparó multitud de premios, casi
todos los nacionales concedidos a las letras y la literatura. En 1959 consiguió el Premio Nacional de Literatura con 'Los hijos
muertos' -novela premiada también con el de la Crítica de 1958-- y el
Premio Nadal con 'Primera memoria', del que ya había quedado
semifinalista en 1949 con 'Luciérnagas' -la censura le impidió
publicarla--.
En 1984 fue Premio Nacional de Literatura Infantil y Juvenil por
'Sólo un pie descalzo', en 2006 recibió el Premio Terenci Moix, en 2007
Premio Nacional de las Letras Españolas y el 2010 el Premio Cervantes,
últimos galardones que obtuvo en vida.Otros galardones que también recogió fueron el Café Gijón en 1952
con 'Fiesta al Noroeste', el Premio Festenrath de la RAE en 1962 con
'Los soldados lloran de noche' y el Premio Lazarillo de literatura
infantil en 1965 por 'El polizón de Ulises'.