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El sexo es vida: El masaje erótico

El sexo es vida: El masaje erótico

- Por Ana de Calle

lunes 03 de septiembre de 2012, 09:47h

Uno de los fines de este masaje es llegar a practicar el coito sin exigencias, es decir sin la presión psicológica que implica la practica del acto sexual. Esta es una recomendación que a menudo, suelo dar a mis pacientes. Es una herramienta que ayuda a las parejas con dificultades sexuales en sus relaciones a superar la ansiedad y el temor que les produce el contacto físico.

El objetivo de este masaje es proporcionar placer sensual y sexual, y se diferencia de los clásicos masajes terapeúticos cuyo objetivo es relajar los músculos y aliviar la tensión corporal. En el masaje erótico reina la estimulación tactil y se utilizan las caricias, los roces, el frotamiento, los abrazos ... Está indicado para todas las parejas, y todas las relaciones sexuales podrían mejorar si de vez en cuando se molestaran en darse un masaje erótico.

Todos necesitamos el contacto físico corporal. La sociedad enseña a limitar el contacto físico a actividades que lo permiten como practicar el sexo, el atletismo, el saludo o las expresiones agresivas. Pero las parejas que limitan el contacto físico a la sexualidad corren el peligro de perder el contacto emocional, y si ambos miembros de una pareja ignoran durante un tiempo el contacto piel a piel pueden perder el deseo sexual.

Si a partir de ahora quieres practicarlo, toma nota. Busca una lugar tranquilo, sin ruidos, donde no os puedan molestar ... Calienta entre las manos un poco de aceite perfumado masajeando suavemente a tu pareja por todo el cuerpo, empezando por la espalda. Desliza tus manos por la superficie del cuerpo utilizando movimientos largos. Amasa el cuello, no con mucha presión, y la parte superior de la espalda para liberar las tensiones de la excitación sexual.

Usa las yemas de los dedos rozando a penas la piel, pero sin hacer cosquillas. Puedes utilizar el pelo, la boca o tu cuerpo para acariciar el cuerpo de tu pareja. Amasa las nalgas, la hendidura que las separa y continua masajeando hasta el ano. Luego el perineo ... y pidele que se dé la vuelta. Pon una de tus manos en la parte delantera del cuerpo utilizando los movimientos anteriores y con la otra masajeale el pecho. Acariciale los pechos y alterna las presiones y los movimientos suaves.

Por último, recorre lentamente su cuerpo desde el pecho a los genitales. Acariciale las ingles, sube a la tripa y vuelve a bajar al interior de las ingles. Cuando llegues a los genitales acaricialos y masajea si puedes un poco el abdomen, el pecho o los muslos. Llegado este punto, el nivel de deseo y de excitación de tu pareja te indicará hasta dónde puedes llegar con el masaje genital.

Y si has leído esto ponlo en práctica, y si el masaje erótico no te produce los resultados que esperas, ponte en contacto con un sexólogo que os orientará para que la comunicación entre vosotros sea más fluida y para que podáis llegar a un mejor entendimiento.

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Ana de Calle
Sexóloga y Terapéuta de Pareja

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