Amamos Cataluña; no entendemos ciertas guerras...

Nuestro titular es muy, pero que muy premeditado: amamos Cataluña. No creemos que en realidad, ningún español de bien, pueda odiar este pedazo de nuestra también querida España, que ya demasiado sufrió en el siglo pasado como para rescatar viejas divisiones en nuestros días. Lógicamente, no somos ciegos, ni sordos, ni mudos. Vemos, oímos y hablamos, claro, de los problemas del día a día en las relaciones con esta comunidad autónoma. Entendemos las diferencias de criterio, pero amamos la unidad constitucional para hacer una España plural, que reconoce las autonomías y que también reconoce las lenguas cooficiales.

Así que no podemos, ni queremos, quedar apartados del debate tan falso y trasnochado que parece que de nuevo, como en cada legislatura surge. En las dos anteriores, las de Zapatero, el famoso nuevo Estatut de Cataluña hizo que surgiera una fuerte corriente de opinión crítica con el nuevo catalanismo, que no independentismo. No lo entendimos, al igual que tampoco estuvimos a favor de ciertas intenciones nacionalistas

absolutamente desbocadas, o a veces, directamente, absurdas. Los escándalos del tripartito, anterior a la llegada de Artur Mas y CiU, nos dejaron cifras millonarias invertidas en estudios, informes y análisis baldíos sobre el catalán, la cultura catalana y demás acciones innecesarias en una tierra endeudada y cuyas prioridades, como en otras tantas, debería ser siempre el ciudadano, la sanidad, la educación...

Así que ahora estamos en una de ésas: que si las banderas españolas que podrían dejar de lucirse en los balcones de muchos municipios catalanes con el beneplácito o la vista gorda de CiU, que si el castellano, que peligra como lengua a estudiar para los niños en Cataluña, que si la ruptura en el pacto fiscal... Todo ello se puede tratar, analizar y por supuesto, criticar. Para eso estamos también los medios de comunicación: ofrecer distintos puntos de vista al ciudadano y que así puedan formarse una opinión hecha y derecha.

Pero cierta prensa con ínfulas que algunos llamarían "rancias", y que nosotros nos limitamos a llamar "inadecuadas" para la sana convivencia de todos los españoles, está atacando. Véase la portada de este jueves del diario 'ABC', que ni compartimos ni comprendemos. A toda página, una ilustración de una letra eñe española se ve rota por dos siluetas que representan a catalanes que intentan romper la nación española. "Tenemos un problema", dice 'ABC' en esa portada (junto a estas líneas), como titular principal. Pero... ¿cuál es el verdadero problema? ¿Cataluña y sus libres ciudadanos que votan una opción política o el de una prensa tan posicionada en este tema? Porque no es sólo el 'ABC', que quede claro. Son varios medios de ideología conservadora los que están atacando en esta línea, y creemos que hacen daño.

Desde Diariocrítico mantenemos una línea crítica, como así nos caracteriza nuestra forma de hacer periodismo, reflejada en nuestro nombre. Creemos que todos deben reflexionar: independentistas, nacionalistas y el resto de españoles preocupados por ciertas decisiones de alto calado en la población. Pero también amamos la cultura propia y no tememos a las raíces de cada región española. El mejor ejemplo, nuestro 'Diariocrítico de Catalunya', primer y único digital bilingüe en catalán y castellano en el panorama informativo español. Creemos que se puede presumir de ello porque representa unión, y no división. Ganas de hacer cosas en común y compartir lengua y cultura, en lugar de imponer por imponer, criticar por criticar o batallar por batallar.

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