www.diariocritico.com
Catedrático Jean Monnet
Catedrático Jean Monnet

La primera en la frente

lunes 11 de junio de 2012, 14:26h
La crisis económica y financiera había obligado a la Unión Europea a realizar rescates en diversos Estados como Grecia, Portugal e Irlanda. Entre los países afectados por la crisis se encuentran ahora, entre otros y de manera grave, España e Italia, y se tiene clara idea de que un rescate general a cualquiera de ellos es, de momento, imposible de afrontar. Entiéndase que estamos hablando en cada uno de estos dos países de cifras cercanas al billón de euros. Ello sin duda esta obligando a crear un nuevo tipo de rescates, rescates sectoriales o parciales que pudieran ser asumibles y esta es la situación que España ha decidido afrontar tras una ya larga tensa y costosa crisis económica y financiera, empezando como primera actuación solicitar a la Unión Europea asistencia financiera, un rescate para la banca, o lo que es lo mismo, un rescate para el saneamiento de las instituciones financieras afectadas fundamentalmente por los efectos del estallido de la burbuja inmobiliaria.

La situación de la economía española no solo resulta preocupante, es que no ha dejado un minuto de respiro al nuevo Gobierno español que comenzaba realmente su mandato con este nuevo año 2012. La secuencia es escalofriante: en los primeros días de enero el FMI pronosticaba dos años de recesión y una contracción del PIB, lo que sería confirmado pocos meses después por el Banco de España; la Oficina Estadística de la Unión Europea indicaba que el déficit en 2011 fue del 8,5% frente al 6,6% al que se había comprometido el Gobierno español; se producían continuas rebajas de los escalones de la calificación de España, de las cajas y bancos, de las Comunidades Autónomas y de varias de las grandes ciudades; la prima de riesgo alcanzaría su máximo histórico al llegar el 1 de junio a 536 puntos; la caída de la Bolsa española alcanzaba niveles alarmantes. Era necesario calmar las turbulencias del mercado y contener el contagio que afectaba al euro. 

Es en este contexto español ante el que se plantean las actuaciones en el marco de la Unión Europea que finalizarán en el Consejo Europeo de 27 y 28 de junio de 2012 y en el que parece que estarán presentes cuestiones tan decisivas como la creación de una autoridad fiscal "económica" central, la Unión Bancaria, la Unión Fiscal, la Unión Fiscal y Política, la mutualización de las deudas, la supervisión centralizada y, en el fondo, los eurobonos. En todo caso más trasferencias de soberanía, o lo que es lo mismo, más Europa. 

¿Por dónde podía empezar España, para hacer frente a su grave crisis económica y financiera? El Presidente de Francia había dicho el 18 de mayo que estaba a favor de recapitalizar los bancos españoles con fondos europeos. Aquello no gustó y el Presidente del Gobierno español manifestó "lógicamente el señor Hollande no sabe como están los bancos españoles". Desafortunadamente ya era bien conocida porque en aquellas fechas se había desatado la crisis de Bankia y se aireaba que ella sola necesitaría 19.000 millones de euros para sanear sus finanzas, y probablemente aquel hecho precipitó la necesidad de afrontar la crisis del sistema bancario español, reconocida ahora incluso por el propio gobierno.

En la primera semana de junio las instituciones europeas y sobretodo las más poderosas instancias aceptaron la vía excepcional de acudir al FEEF. A partir del miércoles 6 de junio se realizaban contactos constantes, varias videoconferencias entre las autoridades españolas y europeas planteándose la cuestión de las condiciones que se exigirían a España y las contrapartidas al sector financiero, así como la clarificación del estado de finanzas y las garantías sobre cumplimiento de los objetivos de déficit. La ayuda se daría al Estado español que aportaría garantías adicionales para asegurar el pago del préstamo. 

El propio Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama pediría una inyección de capital urgente en "las entidades más débiles de la Unión Monetaria, como tuvimos que hacer aquí en 2009 y 2010". El Presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguraría que si España solicita ayuda del Fondo de Rescate Europeo para recapitalizar el sector bancario la tendrá. El Vicepresidente del Banco Central Europeo, Vitor Constancio, admitiría que "la petición de un rescate financiero por parte de España podría ser posible este mismo sábado". Alemania condicionaba las ayudas a un programa de estabilidad completo. La Vicepresidenta del Gobierno Español había visitado en Washington a la Directora Gerente del FMI, tratando de convencerla de que el problema español era fundamentalmente bancario y que la crítica situación se resolvería con una ayuda a las entidades financieras. El Presidente americano presionaría a la Canciller Alemana para que se aceptase la propuesta española del rescate de las entidades financieras. 

El FMI despejaba las dudas el viernes 8, al presentar un informe sobre las necesidades de recapitalización del sector financiero español mientras diversas intervenciones cifraban el montante del rescate de la banca española. El Primer Ministro de Suecia manifestaba que se trataba de unos 80.000 millones de euros, "uno de los rescates financieros más grandes la historia reciente". La cuestión quedaría planteada en la reunión del Eurogrupo que por videoconferencia se celebraría el sábado 9 de junio en una convocatoria en la que los ministros de economía y finanzas de la zona euro abordarían el rescate de la banca española tras la petición realizada por el Gobierno. 

La reunión en el Eurogrupo empezaba pasados unos minutos de las 16:00 de la tarde y pronto se llegaba a un acuerdo aunque esta reunión no cerraría las cifras concretas del rescate sino que prepararía el camino. El mecanismo acordado es el apoyo exterior al sistema bancario español a través del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, que pondría a disposición un importe de hasta 100.000 millones de euros. El comunicado integro del Eurogrupo, firmado por su Presidente, resulta clarificador. Las autoridades españoles presentaran en breve una solicitud formal, el Eurogrupo prestará una asistencia financiera, el importe se calcula en 100.000 millones de euros: Se realizará una evaluación por parte de la Comisión Europea en colaboración con el BCE, la autoridad bancaria europea y el FMI, así como una propuesta sobre las condiciones que se exigirán al sector financiero. El agente del gobierno español será el FROB. El Eurogrupo confía que España respetará sus compromisos sobre el déficit excesivo y las reformas estructurales pero que, ahora, la asistencia financiera se centrará en reformas específicas dirigidas al sector financiero. 

En este primer rescate queda ya claro el camino. En primer lugar el 21 de junio se conocerán las auditorias de las consultoras Oliver Wyman y Roland Berger, seleccionadas por el Ministerio de Economía para valorar de forma independiente los activos de la banca española. Conocidas las auditorias, España formalizará la petición de ayuda. La Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional analizarán las necesidades de restructuración y recapitalización del sector, tras lo que España y las instituciones de la Unión Europea y financieras firmarán un memorándum de entendimiento con el país. El rescate no es más que un préstamo blando con un tipo de interés cercano al 3%, casi la mitad de lo que España paga en los mercados; el 6.3% por un bono a 10 años. El acuerdo de devolución puede rondar los 10 años y el Estado español recibirá los recursos financieros, en concepto de préstamo, determinando a través del FROB la asignación a cada una de las entidades, desde las más solventes a las más expuestas. En todo caso el Gobierno tendrá que pagar los intereses del crédito facilitado por Bruselas. Este dinero pasará a ser considerado como deuda publica y el FROB quedará obligado a tomar medidas adicionales y rápidas para mejor la situación bancaria con el fin de evitar futuras crisis bancarias. 

No cabe duda que estamos ante un acuerdo excepcional, pero no se sabe si será suficiente para relajar las tensiones y apaciguar el mercado o habrá que acudir a nuevos rescates sectoriales o a un rescate completo. Ahora lo que se debate es como va a afectar al país y sobre todo como va a afectar a los ciudadanos, siendo ambas cosas inevitables. Ya lo dice el comunicado que apoya los esfuerzos de las autoridades españolas que confían en que España respetará sus compromisos para corregir sus compromisos sobre el déficit excesivo, las reformas estructurales y la corrección sobre los desequilibrios. La lectura es clara, continuará un duro ajuste y unas profundas reformas que probablemente el gobierno ya tiene previstas. Además de las reformas estructurales habrá nuevas medidas de consolidación fiscal, más recortes de gastos y nuevas subidas de impuestos, IVA y otros. Se multiplicarán las tasas, se procederá a una inmediata cadena de privatizaciones, Loterias, Renfe, aeropuertos, con un fin puramente recaudatorio. Parece inevitable proceder a una reorganización del Estado en sus tres grandes niveles administrativos, central, autonómico y local. Por su parte, las entidades financieras tendrán que abordar un nuevo proceso de restructuración interna que podría conllevar el cierre de oficinas y la reducción de plantillas. Así mismo parece clara la idea general de establecer un sistema jurídico que permita que en casos de crisis paguen en primer lugar los accionistas perdiendo su capital y los acreedores y subordinados y los poseedores de bonos, convirtiendo sus derechos de bonos en capital. Para los ciudadanos que van a sufrir la crisis, las medidas y sus consecuencias solo cabe una esperanza, que la mejora de las entidades financieras posibilite la circulación del crédito mejorando la financiación de empresas y ciudadanos, dándose créditos a pymes y familias. 

Podemos estar seguros, como ha dicho el Gobernador del Banco de Italia, que "la emergencia todavía no ha terminado" y que tanto las previsiones sobre la economía europea y global como las condiciones de los mercados financieros son desalentadoras. En un escenario tan crítico solo cabe esperar nuevas ayudas de la Unión, flexibilidad para cumplir los objetivos del déficit y capacidad y estímulos para articular una verdadera política de crecimiento. Empieza a hacerse necesaria una reflexión sobre la perdida de peso presente y futuro de una Europa en crisis en el mundo globalizado y recordar aquel famoso discurso a la Cámara de los Comunes de 13 de mayo de 1940, en el que Churchill reclamaba la ayuda de todas las personas "vayamos juntos adelante con nuestras fuerzas unidas... tenemos ante nosotros muchos largos meses de combate y sufrimiento... no tengo mas que ofrecer que sangre, esfuerzo, sudor y lagrimas". Mientras tanto parece que está apunto de nacer la Unión Bancaria Europea.

Rogelio Pérez-Bustamante

Catedrático Jean Monnet ad personam

¿Te ha parecido interesante esta noticia?    Si (2)    No(0)

+
1 comentarios