El Estado se quedará finalmente con las ocho autopistas en quiebra y riesgo de liquidación, se alcance o no acuerdo con los bancos acreedores de las vías, que soportan una deuda de unos 3.400 millones de euros, según aseguró el ministro de Fomento, Íñigo de la Serna. Una decisión que ha encendido las redes sociales con el debate de la 'socialización' de las pérdidas empresariales.