En Madrid, las licencias de VTC han superado ya las 6.400 mientras que las de taxi -15.573- siguen inamovibles desde hace décadas. Esto provoca que ya circulen un coche de Cabify o Uber por cada dos de su competencia. Además, el fin de semana la situación empeora: la obligatoriedad de descansar de los taxistas se traduce en una ratio de 1/1. El Ayuntamiento, por su parte, ultima la ordenanza para intentar cumplir con lo establecido por el Tribunal Supremo y la Comunidad sigue decidida a no regular el sector.