El Fiscal general de Ecuador, Washington Pesántez, dijo que no renunciará, después de que la Asamblea Nacional lo exhortara a dimitir para evitar una crisis en el sistema judicial por el escándalo que involucra a su esposa con la muerte de una joven colombiana, atropellada este mes en un confuso accidente.
Con el voto de 58 asambleístas, de 101 presentes, el órgano parlamentario sugirió ayer la dimisión de Pesántez y la destitución de otros agentes fiscales que, en un comunicado público, se solidarizaron con el máximo funcionario del Ministerio Público.
"De manera muy respetuosa con la Asamblea Nacional y sus integrantes, pero de manera enfática, manifiesto, fiel a mis principios, mi decisión permanecer al frente de la institución a la que sirvo con honestidad y dedicación", dijo Pesántez.
Pesántez se vio envuelto en un escándalo, resonado por los medios de comunicación, luego que su esposa, Aliz Borja, fuera implicada en un accidente en el que perdió la vida, al ser atropellada, la colombiana Natalia Emme Bedoya, de 26 años.
Borja ha negado que ella fuera manejando el vehículo que atropelló a la joven, como afirman varios testigos.
Tras el accidente, que tuvo lugar el pasado 14 de enero en la capital ecuatoriana, varios fiscales suscribieron un remitido de prensa en el que acogían un informe que advertía de que un policía era quien conducía el vehículo y rechazaron las versiones de los testigos, entre ellos un colombiano y un cubano.
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