Nunca tantos debieron tanto a tan pocos

La frase memorable de Churchill viene ahora al pelo respecto a bastantes de las cosas que están pasando en nuestro país. Para comenzar, ahora sale a la luz pública que la Banca se encuentra magra de recursos (o sea de liquidez) y eso es lo que está estrangulado tanto a los mercados de la deuda soberana como a las bolsas de valores que parecen no tocar fondo. Para colmo de males en España tenemos el problema añadido de ciertas Cajas de Ahorro, como es el caso de la CAM que nos van a costar la friolera de 6.000 millones de euros (que se dice pronto pero es una auténtica barbaridad). Una barbaridad que se haya producido semejante “agujero” sin que nadie tomase cartas en el asunto (ni el Gobierno ni el BdE) y sin que se exijan las correspondientes responsabilidades a los irresponsables del desaguisado. Todo esto –me refiero a la situación de las Entidades Financieras- coincide con la noticia de la drástica caída en las concesiones de créditos lo cual es para echarse a llorar, porque éramos pocos y parió la abuela. Casi todos los españoles debiendo dinero a las Entidades Financieras y resulta que son ellas quienes tienen apuros para captar pasivo, porque en el interbancario nadie se fía de nadie. Es decir que estamos endeudados hasta las cejas y ahora va a ser que los escasos dineros que tiene el país van a tener que ser utilizados, en buena parte, para sanear la economía de Cajas y Bancos. Eso o nos quedamos sin sistema financiero que es tanto como decir que nos vamos todos a pique; de modo que podremos decir que nunca tantos (los españoles de a pie) debieron tanto a tan pocos (los Bancos y las Cajas de Ahorro), aunque no con el sentido de admiración con el que Churchill pronunció semejante frase. Sucede también que nuestras cuentas públicas (las de la Administración del Estado, las de las Comunidades Autónomas y las de las Administraciones locales) se encuentran llenas de agujeros –eso lo estamos conociendo ahora- debido a gastos absurdos o sin justificar que fueron aprobados por quienes se encontraban en el ejercicio de cargos públicos hasta hace pocas fechas. Para colmo, el Sr. Chaves clama porque la exigencia de responsabilidades a los gestores públicos no es forma “correcta” de hacer política. Pues con su pan se lo coma, porque si en algo creo que estamos de acuerdo todos los ciudadanos (me refiero a quienes no debemos servilismo a ningún partido) es justamente en la necesidad de que los cargos públicos rindan cuentas de su gestión y pechen con las responsabilidades que les correspondan si lo han hecho mal. Es decir, que como gestionan cosas que son nuestras (no de ellos, aunque así lo crean algunos) deben responder por sus decisiones, porque no son más que mandatarios de los ciudadanos y no otra cosa. Mandatarios fieles o infieles con el mandado conferido, que parecen empeñados en poner de manifiesto, en este ámbito, que unos pocos deben muchas explicaciones a muchos, que somos todos los ciudadanos. Tampoco puedo olvidarme de los Sindicatos (especialmente de CC.OO y UGT) que viviendo, como viven, de subvenciones públicas parecen más empeñados en mantener su estatus privilegiado que en arreglar las cosas. No es de recibo que critiquen ahora las medidas de contención del gasto púbico cuando no han propuesto ni una sola medida eficaz para disminuir el paro. Aunque exista el derecho fundamental a realizar huelgas no veo que eso conduzca ahora a nada, sobre todo cuando no representan ni ayudan a los casi cinco millones de parados que tenemos. Una vez más, esos pocos amenazan con tomar la calle en nombre de ellos mismos pero en perjuicio de muchos. Y dejo para el final a los partidos nacionalistas (CiU, PNV o EA) que, antes de mirar por el bien de todos –quieran, o no andamos metidos en el mismo barco- insisten con reclamaciones fuera de lugar en este momento. No digo que sus pretensiones para alcanzar cuotas de “independencia” no sean legítimas sino que ahora no es el momento para acuciar a nadie con tales exigencias. A menos, claro está, que nos estemos volviendo todos locos, porque no puedo comprender que el Sr. Mas no se esté enterando de la que cae y siga dando la lata con su política lingüística amenazando con salirse de España, como si ese fuese el gran problema de los catalanes. O sea que estos partidos (entre los que anda enredado IU, de forma incomprensible) pretenden chantajear a quienes representan a más del 90 por cien de los ciudadanos, con lo cual también podemos decir que muchos parecemos estar en manos de unos pocos. Ya veremos lo que esto da de sí… José Luis Villar Ezcurra Profesor de Dº Administrativo de la UCM